La noche m�s oscura para el rock mexicano

2016-09-10 23:44:14

Origen. El evento ten�a como primer objetivo ser una carrera de coches y un evento cultural para celebrar el amor, la paz y la ecolog�a.

El 11 de septiembre cambió la historia tres veces. En 2001 fue el día que un atentado terrorista derribó las Torres Gemelas. En 1973 marcó el inicio de la dictadura con el Golpe de Estado al gobierno de Salvador Allende y en 1971, el Festival de Rock y Ruedas de Avándaro inició una época oscurantista para la juventud en México.

Con el entusiasmo de asistir a un evento de carreras animado por grupos de rock, una cantidad indeterminada de jóvenes (las cifras mencionan que fueron entre 100, 250 y hasta 500 mil) se reunieron con la ilusión de protagonizar un festival como el de Woodstock, realizado en la comunidad de White Lake del 15 al 18 de agosto de 1969.

“Fue un concepto que la sociedad del momento escondió, vivíamos un momento de doble moral. Todo mundo se sorprendió, nadie esperaba que habría más de 250 mil chavos reunidos por razones no políticas”, explicó Luis de Llano Macedo, uno de los organizadores, en una entrevista para el programa radiofónico La taquilla.

Fresco estaba en la memoria el recuerdo de la represión de 1968 contra estudiantes en la Plaza de Las Tres Culturas en Tlatelolco (Ciudad de México) y también el ataque de paramilitares denominados Halcones a jóvenes que pretendían manifestarse. Los hechos ocurrieron el 10 de junio de ese año y se conocieron como el halconazo, el cual dejó como saldo 120 muertos.

Luis de Llano afirmó que los libros de historia no guardaron la esencia de lo ocurrido en el Festival de Rock y Ruedas de Avándaro.

“Dijeron que fue una orgía de sexo, drogas y rock, pero la neta fue que no pasó nada. No hubo un accidente, un robo o una violación. Mi teoría es que por primera vez se unieron clases sociales que eran difíciles juntarlas y había un espíritu contestatario. Tres días subsistieron, llegaron y se fueron caminando. Fue una experiencia que nos sorprendió a todos. Sólo habrá un Avándaro en la historia”, recordó.

Los involucrados

El evento tenía como primer objetivo ser una carrera de coches y un evento cultural para celebrar el amor, la paz y la ecología. En la organización estuvieron involucrados los hermanos Eduardo y Alfonso López Negrete; el entonces promotor deportivo Justino Compeán, quien dirigiera la Federación Mexicana de Futbol hasta 2015; Luis de Llano, además de los promotores artísticos Armando Molina y Waldo Tena.

Se hicieron conferencias, obras de teatro y se presentaron los grupos La Fachada de Piedra, Los Dug Dug’s, El Epílogo, La División del Norte, Tequila, Peace and Love, El Ritual, Bandido, Los Yaki, Tinta Blanca, El Amor y concluyó con la actuación de Three Souls in My Mind, hoy conocido como El Tri.

La censura

La polémica inició con la interrupción de la emisión radiofónica del festival, la cual se emitió a todo el país a través de Radio Juventud, debido a que el vocalista del grupo Peace & Love, Felipe Maldonado, quien ya había interpretado los temas Marihuana y We got the power, advirtió “chingue a su madre el que no cante”, lo que provocó el corte de la transmisión.

Los organizadores fueron condenados por haber solicitado permiso para una carrera de coches y terminar con un festival musical. Los encabezados de los diarios de la época publicaron titulares como “Avándaro, la locura”, “Música, droga y sexo: El frenesí de Avándaro”, “Nudismo y mariguana” y “Fracasó el festival pop. Sólo sirvió para destramparnos, dicen jóvenes que asistieron”.

Así el rock perdió todos los espacios masivos y fue orillado a la clandestinidad.

“De ahí se agarraron los medios para echarle tierra al rocanrol y culparlo de la situación del país y cualquier cosa que tuviera que ver con la sociedad”, afirmó Alex Lora, cantante de El Tri, en el serial Nunca digas que no. Tres décadas del rock mexicano, que se transmitió en 1996 por MTV Latinoamérica.

Con la llegada de la campaña Rock en tu idioma en 1986, se acabaron los 15 años más oscuros del rock en México.

Los hoyos y las tardeadas

Después del Festival de Avándaro, el rock fue confinado a talleres mecánicos, bodegas y estacionamientos conocidos como hoyos fonkis, donde se realizaban conciertos en la clandestinidad en barrios de bajo nivel socioeconómico. Los foros para el rock quedaron cerrados por más de 15 años.

En Guadalajara, a principios de los años 70, las bandas tapatías se reunían en tardeadas y se organizaron en un movimiento llamado La familia.

 

DN/I

 
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