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(Fotos: Especial)
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En 1970, en Lincoln, una ciudad de la provincia de Buenos Aires, Argentina, un joven de 20 años estaba en la incertidumbre de su vida. Como todo joven a esa edad, las dudas lo asaltaban y no tenía un rumbo fijo.
No imaginaba lo que le deparaba el destino. Fernando Signorini decidió especializarse en educación física, área que lo llevaría a encontrarse con personajes que con el tiempo se convertirían no sólo en referentes del futbol argentino, sino a nivel mundial: César Luis Menotti, Diego Armando Maradona, Juan Román Riquelme y Lionel Messi.
“Lo que en un principio fue una aventura se transformó en una forma de vida y en una pasión. Desde siempre tuve en claro que no quería ser profesor de escuela sino entrenador, para eso privilegié el futbol como deporte de equipo y el tenis como individual”, relata a Enjaque el entrenador argentino que hasta hace poco era preparador físico de Venados de Yucatán en la Liga de Ascenso.
El encuentro con Menotti fue primero a la distancia, observando a los equipos que dirigía, y después de manera directa; la relación con el técnico campeón del mundo en Argentina 78 lo llevó a Maradona, con el que trabajó por casi 11 años.
El evento que los ligó sería aquella fractura del maléolo externo y rotura del ligamento del tobillo izquierdo generada por la entrada del vasco Andoni Goikoetxea en un partido entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao el 24 de septiembre de 1983.
A partir de ahí, todo cambió para ambos. Signorini lo vio resurgir, y después fue testigo del declive.
NTR. ¿Por qué elegiste el futbol?
Fernando Signorini (FS). Entendí que el futbol se estaba transformando en un arma poderosa a favor de la formación integral del joven en camino al hombre nuevo que la sociedad necesita y reclama, y entonces fundamentalmente fue por eso, porque es la pasión de multitudes, porque siempre tuve en claro que entrenar es antes que nada educar, y en ese sentido yo que soy un admirador de Paulo Freire, de Leonardo Boff, de los grandes pensadores latinoamericanos, pensé que desde donde podía contribuir a una sociedad mejor era el futbol.
NTR. ¿Cómo te acercaste a Menotti?
FS. Estando en Barcelona quería presenciar los entrenamientos, pero era imposible entrar, hasta que un día, un amigo que estaba en la entrada sabiendo que era argentino me dio acceso al estadio, me presentó a César, y ahí le dije de mi interés por verlo, y él fue muy generoso porque a partir de ese momento tuve las puertas abiertas del Nou Camp para satisfacer mis curiosidades, así que fue un privilegio y una alegría.
NTR. ¿Cuál fue la primera reacción cuando Maradona te propone ser su preparador físico personal?
FS. En un principio le dije que me dejara pensarlo, porque era una cosa absolutamente inédita, y por el compromiso de ser sincero y honesto conmigo mismo le comenté que sería otro elemento para que dijeran que era otro de los golpes de sus excentricidades, y más en ese momento en el que necesitaba un cuidado muy cercano. Me ofreció firmar un contrato y le dije que no, porque tenía que ser una relación de mucha honestidad, de mucha lealtad, así que estuvimos casi 11 años sin firmar nada y sin tenernos que reclamar nada.
NTR. ¿En el momento de la fractura del tobillo, pensaste en que volvería a jugar y de la manera en que regresó?
FS. En un primer momento yo también tenía muchas dudas porque los especialistas decían que era muy difícil que pudiera volver a jugar a gran nivel dadas las limitaciones que le iban a imponer. Pero por su talento fue capaz, y como el ave fénix renació de sus cenizas, y llegó a escalar las cumbres más altas del futbol mundial.
NTR. ¿De qué manera viviste el mundial de México 86?
FS. Con una gran alegría, porque el futbol fue siempre para mí –como dice Menotti– una maravillosa excusa para ser feliz, estar en mi primer mundial en México con esa contagiosa alegría de todas las aficiones, y por supuesto aquella coronación (contra Alemania) en el Azteca.
NTR. ¿Qué sensación tuviste de presenciar los dos goles ante los ingleses?
FS. Es muy cómico. Yo estaba detrás del arco de (Peter) Shilton (el portero de Inglaterra), hacia la derecha del área grande donde estaban los fotógrafos y camarógrafos, pero desde el momento en que Diego comenzó a evolucionar hacia donde yo estaba, los periodistas se comenzaron a levantar, así que tuve que hacer fuerza en mi lugar, pero no lo pude ver porque me taparon, así que estando a menos de 10 metros, lo tuve que ver en la repetición. El de la mano vi la acción, pero cuando supe que había sido con la mano me dio mucha tristeza, porque yo jamás soporté la trampa, es una porquería en el futbol y en la vida también. A Diego le sobraban condiciones para hacer eso, fue algo espontáneo, producto de la picardía, pero si hubiera dicho que fue una trampa habría sido un mensaje maravilloso para que los chicos entendieran que eso no se debía hacer.
NTR. Después de Italia 90, se pensaba que Maradona ya no regresaba a la selección. ¿Cómo lo preparaste para el mundial de Estados Unidos 1994?
FS. Eso también fue emocionante porque Diego había pasado por un montón de problemas de adicción a las drogas, había subido y bajado de peso de una manera casi milagrosa, pero a falta de casi 40 días para el mundial me llamó para que colaborara con una preparación. Nos fuimos a un paraje perdido en medio de La Pampa, y perdidos ahí con el grupo que habíamos llegado tratamos de ayudarlo a concretar el sueño de que sus hijas lo vieran jugar por vez primera un mundial. Después terminó de una manera grotesca porque la ingesta de una sustancia que le pasó la persona que estaba a cargo de su dieta en un error de la negligencia y la irresponsabilidad, y eso contribuyó a que Diego no pudiera cumplir el sueño por el que tanto había trabajado.
NTR. ¿Qué sentimiento te generó cuando se dio a conocer la noticia de que había dado positivo en el examen antidopaje tras el juego ante Nigeria?
FS. De una tremenda decepción porque yo había sido testigo privilegiado de todo el esfuerzo brutal que él había hecho para quedar fuera de esa manera. Él no necesitaba ningún tipo de suplemento, su talento no lo requería, porque no era un problema de correr más, sino de estar lúcido para expresar esa magia que su pie izquierdo era capaz de dar.
NTR. ¿Cuál es el legado de Maradona al futbol?
FS. Creo que desde el hecho de que transformaba el deporte en arte. Después, ese coraje que trasmitía a los chicos de que realmente se puede, luego un ejemplo para aquéllos que nacen en condiciones sociales muy precarias y, sin embargo, con mucho esfuerzo y sacrificio, si entrenan y se ocupan en ser mejores pueden concretar el sueño.
NTR. ¿Después cómo te relacionaste con Juan Román Riquelme?
FS. Me llamó su apoderado, Marco Franchi, quien también lo había sido de Maradona. Román estaba en el Barcelona con Van Gaal, y bueno, realmente no lo hacía dentro del equipo porque en la función de Román quería a un tipo de mayor sacrificio en los regresos. Él nunca lo había hecho, así que buscando una manera de revertir eso fue que me llamaron. Estuve dos meses con él en Barcelona, cambiaron al técnico, y fue una experiencia fantástica porque tener el privilegio de estar con Maradona primero, después con Román, y después con Lio (Messi), si hubo alguien que tuvo suerte en el futbol, fui yo.
NTR. ¿Cómo defines a Riquelme?
FS. Es un faro, en un haz de luz como punto de referencia cuando uno está perdido y enseguida se encuentra el camino. Es un enorme talento natural, tanto que hizo decir a Zidane que el equipo ideal de él comenzaba con Riquelme. ¡Vaya piropo! Y tenía razón, era un tipo que tenía un GPS antes de que se inventaran, sabía todo lo que pasaba, no necesitaba correr mucho, no necesitaba ser veloz porque él resolvía antes de recibir, y siendo aparentemente lento fue uno de los jugadores más rápidos que he conocido en la historia del futbol.
NTR. ¿Qué te pareció la decisión de Messi de regresar a la selección?
FS. Es una lástima porque creo que si Leo se hubiera mantenido en esa posición, hubiera exigido que se removiera toda la podredumbre que existe en la dirigencia argentina.
Signorini ha regresado a Lincoln, su punto de partida, porque confiesa que tiene una deuda pendiente con ocho jóvenes desaparecidos durante la época de la dictadura militar en Argentina.
“Junto a mis compañeros de derechos humanos de Lincoln estamos haciendo lo que será el primer libro en homenaje a sus desaparecidos, porque ahí tenemos ocho chicos desaparecidos, y tenemos pensado presentarlo en marzo próximo cuando se cumplan 41 años del último golpe de Estado en Argentina, y eso me tiene mucho entusiasmado porque justifica que haya vivido”.
Fernando Signorini
- Profesor en educación física y preparador físico
- Lugar de nacimiento: Lincoln (Provincia de Buenos Aires, Argentina)
- Nació el 7 de diciembre de 1950
- Equipos en los que ha trabajado: Club Rivadavia (1973-1983), Club Quiroga (1982), Selección Lincoln (1975 y 1977), Racing de Avellaneda –con Maradona como técnico– (1995), Banfield (1995), Independiente de Avellaneda (1996-1997), Sampdoria de Italia (1997), Independiente de Avellaneda (1998), Rosario Central (2002), Racing de Avellaneda (2004), Independiente de Avellaneda (2005), Puebla (2006), Tecos (2007), selección de Argentina (2008-2010)
- Preparador físico personal de Diego Armando Maradona desde su etapa con el Barcelona en 1983, el Nápoles de Italia (1986-1991), la selección de Argentina en los mundiales México 86, Italia 90 y Estados Unidos 94, y en su paso por el Sevilla en 1992
- Preparador físico personal de Juan Román Riquelme en su etapa con el Barcelona (2003)
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