Ayer concluyeron oficialmente las campañas políticas y en el caso de la Zona Metropolitana de Guadalajara quedó como 'tendedero'. Pero no porque, como en años idos, las calles fueran inundadas de propaganda colgada de donde fuera, sino por la gran cantidad de trapitos al sol que sacaron a relucir de algunos candidatos, particularmente del partido Movimiento Ciudadano.
Seguro usted y muchos más hoy respiran tranquilos porque ya no escucharán más –hasta dentro de tres años– los interminables minutos de tiempo oficial con la propaganda de los candidatos y los partidos políticos, ausentes de creatividad y de contenido.
Incluso, esta vez parecía más un concurso de ver quién interpretaba mejor un cover con letra que aludía al partido o al candidato. ¡Vaya manera de tirar nuestro dinero a la basura!
Pero ya todo terminó. A partir de hoy comienza la veda electoral y será el próximo domingo 7, el calificado como día D, cuando conozcamos el resultado de la verdadera encuesta ciudadana, como dicen los propios candidatos. Ese día sabremos, a través del Programa de Resultados Preliminares, quiénes obtuvieron el triunfo… en la urna.
Y pongo los puntos suspensivos porque habrá quienes no aceptando el resultado del conteo de sufragios en cada casilla y posteriormente en los respectivos consejos electorales municipales o distritales recurrirán ni tardos ni perezosos a los tribunales con el propósito de ganar… en la mesa.
No podemos reprocharle a quien no haya obtenido la victoria el que recurra a las siguientes instancias –Tribunal Electoral del Estado, Sala Regional Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y a la Sala Superior del mismo–, cuando actúa en el marco de la ley que, además, le permite presentar su queja, inconformidad o impugnación.
Así lo establece la legislación y habrá que respetarlo, aunque al final del proceso de impugnación pudiera corroborarse el primer resultado: su derrota.
Pero, ¿qué nos dejaron estas campañas? Creo que no puedo generalizar, porque mientras unos podrán responder que hartazgo, otros dirán que un amplio menú de propuestas y compromisos planteados por los candidatos. Y es que no podemos negar que sí hubo propuestas, pero quedaron sepultadas bajo el alud de trapos sucios que salieron a la luz pública.
Y, efectivamente, estas campañas también nos dejaron claro no sólo quiénes son realmente algunos candidatos que creíamos conocer, sino incluso, quiénes son los que los rodean y apoyan. Y sin duda todo esto también le servirá a no pocos electores a definir muy bien el sentido de su voto.
Reitero que coincido con los titulares del INE en Jalisco, Carlos Manuel Rodríguez, y con el del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, Guillermo Alcaraz Cross, en que en esta campaña no hubo guerra sucia, entendiendo por ello la denostación sin fundamento, la calumnia y la difamación.
Lo que hubo fue mucha, pero mucha información sobre el perfil, la actuación, la conducta y quizás hasta la verdadera personalidad de varios candidatos que creíamos conocer. Pero vaya sorpresa nos llevamos.
Muchos trapitos al sol fueron ventilados durante estos 60 días, y varios de ellos muy, pero muy serios. Sin embargo, muy osado sería augurar que todo lo conocido tendrá efectos en contra de los señalados. Creo que algo se puede presumir a partir del resultado electoral comparado con las expectativas generadas según algunas encuestas o sondeos iniciales.
Por eso no podemos estar más de acuerdo con aquello de si no sabes quién eres, lánzate de candidato porque no faltará quién te lo recuerde. Y hoy no sólo se lo recordaron a varios de ellos, sino que a muchos los descubrieron in fraganti.
ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.
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