¡And the winners are!: el retraso para instalar casillas, el notable abstencionismo electoral, la apatía para ser funcionario de casilla, la desinformación ciudadana acerca de los candidatos, las molestas llamadas telefónicas de madrugada, la detención de simpatizantes de Movimiento Ciudadano y personas acusadas de presuntos delitos electorales, más el intercambio de acusaciones entre los partidos. Todo eso ganó… más allá de los triunfadores.

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Enrique Alfaro y Aristóteles Sandoval estarán de nuevo face to face. Y más veces de lo que tal vez quisieran. Si se vieron como candidatos a la gubernatura en 2012, ahora tendrán que verse de nuevo, uno como presidente municipal tapatío y otro como gobernador. Esta vez tendrán relaciones más allá de que sean adversarios políticos para convertirlas en institucionales, aunque cada quien con su corazoncito político puesto en su partido. Y que sean institucionales tendrá que ser en beneficio de los ciudadanos y del propio municipio, a los que ambos deben servir, como prioridad.

Ahora que, visto desde el cuarto de análisis (que no de guerra) del Quinto Patio, al PRI lo arrollaron. Lo aplastaron. Perdió diputaciones locales y federales. Y entre los perdedores destacan dos funcionarios del gabinete estatal cercanos a Aristóteles: Ricardo Villanueva y Salvador Rizo. No pasaron la prueba. Hay material para la reflexión en el PRI y la administración del gobernador. El mensaje es claro: recibieron una calificación reprobatoria de un amplio sector ciudadano.

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Dicen en la sala de redacción del Quinto Patio que la campaña de Enrique Alfaro no acabó, sino que continúa. Que trae vuelo desde hace rato. Que entrará a su cuarto aire si se toma en cuenta que fue diputado local, alcalde de Tlajo, candidato a la gubernatura y presidente de Movimiento Ciudadano y próximo presidente municipal tapatío. De hecho lleva nueve años de campaña, más los tres  que sume en la alcaldía de Guadalajara para, si no ocurre algo, luego disputar por segunda ocasión despachar en Casa Jalisco. Al menos, dicen, es lo que se proponen él y su equipo.

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La Minerva la disputaron anoche el PRI y Movimiento Ciudadano. Había dos tarimas, una priista, que utilizaría supuestamente Ricardo Villanueva, y la otra Enrique Alfaro. En las negociaciones con el secretario General de Gobierno, Roberto El Chino López, el presidente estatal emecista, Hugo Luna, pidió que la autoridad interviniera para evitar un posible enfrentamiento entre las huestes de ambos partidos. Incluso, a los naranjas se les pidió en principio que no acudieran a La Minerva hasta que se tuvieran condiciones para festejar sin riesgo alguno.

Luego de que los operadores políticos priistas llevaron al extremo los ataques, generando un ambiente que creaba condiciones para la violencia, más valía para los emecistas actuar con prudencia. Saber perder no es una virtud cultivada en la clase política.

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Si usted fue de los que esperó ayer hasta el último momento para enterarse de quiénes eran los candidatos a diputado local, diputado federal y munícipe de su demarcación electoral, y quiso hacerlo a través de las vías oficiales –en este caso, la página en internet del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) (web.iepcjalisco.org.mx)– seguramente se topó con la sorpresa de que ¡estaba caída! ¡Y en pleno día de elecciones! Al menos en el apartado de candidatos, la página del IEPC indicó “error” durante buen lapso de la tarde. Más de un vecino del Quinto Patio se quejó con un lenguaje procaz y altisonante que nos resistimos a publicar.

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Colofón de la jornada electoral en Guadalajara:

tenían razón las mantas colocadas hace cuatro días: “Te lo dijimos Lamas, no era Villanueva”.

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