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(Foto: Especial)
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BUENOS AIRES. El Barrio Chino de Buenos Aires creció y se transformó hasta convertirse en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad gracias a su comida al paso, restaurantes, comercios y supermercados.
En los últimos años la zona se reformó, algunas calles se hicieron peatonales y el embellecimiento atrajo cada vez a más personas que quieren pasear, comer o comprar todo tipo de artículos importados a precios de oferta.
Lo curioso es que el cada vez más popular Barrio Chino ocupa apenas unas cuatro cuadras del barrio de Belgrano, ubicado en el norte de la ciudad, a un costado de la estación de tren.
Un arco de 11 metros de alto y custodiado por dragones de piedra da la bienvenida a una zona en la que, sobre todo los fines de semana, las calles se colman de público que busca lámparas de papel, adornos para su hogar, amuletos, ropa, perfumes o maquillajes.
Los inmensos murales, los ideogramas chinos, los músicos callejeros que tocan desconocidos instrumentos orientales y la oferta de masajes chinos le dan plena identidad al barrio.
En los amplios supermercados la principal demanda es por los pescados o mariscos, alimentos fundamentales de la comida asiática y poco consumidos en la mesa de los argentinos poblada siempre de carne roja.
Los rostros de los clientes se transforman en una divertida incógnita cuando intentan descifrar, sin éxito, las etiquetas de extraños productos ordenados en los estantes y que están escritas exclusivamente en ideogramas chinos.
Otros se dirigen a los locales de comida al paso que ofrecen una variada oferta de platillos, o se sientan cómodamente en la mesa de alguno de los restaurantes en donde la comida china puede alternarse con la japonesa, en especial con el popular sushi.
También hay espacio para la espiritualidad, ya que el Templo Budista Tzong Kuan es visitado no sólo por chinos, sino por todo aquél que practica esta religión.
Con más de 120 mil ciudadanos, la china es la quinta comunidad inmigrante más numerosa de Argentina y ha logrado construir en este barrio una zona de identidad cultural y de éxito comercial.
El Año Nuevo Chino es el pretexto ideal para que aquí se realice una fiesta masiva en la que también participan miles de argentinos atraídos por la música, los colores y las tradiciones encabezadas por el famoso baile del dragón.
EH/I
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