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Necesario. Las autoridades deben tener m�s informaci�n sobre la situaci�n del lago.
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A pesar de que el lago de Chapala es el más grande de México y el más importante para Jalisco por los múltiples servicios ambientales que otorga a seres humanos y a diversidad de animales, está descuidado, pues su última batimetría, que implica estudios hídricos de fondo, se realizó hace 25 años, mientras que los muestreos de calidad del agua son anuales y en puntos aleatorios que no son representativos de la condición de la laguna.
“Tenemos monitoreos de la calidad del agua por parte de la comisión nacional, pero con un grupo reducido de indicadores, necesitaríamos un monitoreo de 60 indicadores sobre presencia de elementos en mínimo 80 puntos del lago, tampoco sabemos cómo está el fondo del lago, sus lodos”, planteó Gabriel Vázquez, director de la Asociación Intermunicipal para la Protección al Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Chapala (Aipromades).
“La batimetría del lago, la última tiene 25 años, cuando la batimetría para un lago como éstos debería ser cada año o cada dos años. En los estudios de calidad del agua nos dicen que es buena, es nadable y está bajo los estándares, de hecho toda esta agua se la están tomando en Guadalajara, pero sí necesitamos datos más profundos y precisos”.
Además, el director de Aipromades, cuya encomienda es conjuntar los esfuerzos municipales para el manejo sustentable de la laguna de Chapala, agrega que hay otros problemas que ameritan atención, vigilancia y sanciones, tales como la extracción clandestina de peces, descargas de aguas negras e invasión de zonas federales que no reciben castigo.
“Hay mucha pesca ilegal, hay cooperativas de pescadores que trabajan en orden, pero si tú navegas encuentras líneas por todos lados, también hay vertimiento de aguas residuales sobre la laguna, de fertilizantes, es un cuerpo de agua muy vulnerable, amenazado por todos lados por el crecimiento urbano”, declaró Vázquez durante un recorrido por Chapala.
En noviembre, el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz acudió a la ribera para entregar maquinaria de 50 millones de pesos para extraer lirio del lago, mientras que la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Magdalena Ruiz Mejía, aseguró que había también un trabajo para controlar los cultivos agrícolas de los alrededores y que no arrojaran o facilitaran el ingreso excesivo de nutrientes al lago, pues esto deriva en incremento de maleza acuática.
Sobre esto, el director de Aipromades señaló que se ha notado una disminución de malas prácticas por parte de los agricultores, que antes incluso arrojaban los envases de agroquímicos a Chapala, pero considera que todavía son incipientes las labores de control y manejo sustentable de la laguna.
“Las prácticas agrícolas están en transición de tener cuidados más adecuados con el medio ambiente, sí hay un avance, pero lento, se están sentando bases apenas. El retiro de malezas acuáticas ha tenido un impacto muy positivo en el lago, en su visibilidad, pero es sólo estético, hay que trabajar en la calidad de sus aguas”.
EH/I
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