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(Foto: AP)
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El rápido calentamiento global ha acelerado el movimiento de las placas de hielo frente a las costas de Alaska, lo cual representa un nuevo problema para los osos polares que los pone aún más en riesgo, de acuerdo con un nuevo estudio.
La mayoría de las capas de hielo se mueven durante todo el año y los icónicos osos polares se mantienen en una caminata perpetua para permanecer dentro de su hábitat predilecto, dijo George Durner, ecologista investigador del Servicio Geológico de Estados Unidos, autor principal del estudio.
Compara la situación con vivir en una caminadora eléctrica a la que se le ha acelerado la marcha debido a que el hielo es más delgado, más frágil y se mueve más rápido a consecuencia del viento y las corrientes oceánicas.
“El incremento en las tasas de desplazamiento del hielo en el mar probablemente exacerba el estrés psicológico debido a la reducida oportunidad de búsqueda de comida que ya experimentan muchos osos polares en el Ártico más caliente, lo que añade un motivo más de presión a un hábitat de por sí bajo intenso estrés”, declaró Durner.
Los osos polares fueron enlistados en 2008 como amenazados bajo la Ley de Especies Amenazadas, debido a la alarmante pérdida de las capas de hielo en el verano durante las últimas décadas y los modelos climáticos que indican que la tendencia prevalecerá. Sin embargo, el gobierno dijo que la ley no se usará para regular las emisiones de los llamados gases de efecto invernadero.
El plan de Estados Unidos para la recuperación del oso polar indica que sin medidas para combatir el cambio climático, la principal causa en la reducción de las capas de hielo marítimo, es improbable que la especie logre salvarse. El plan dado a conocer en enero resaltó señales positivas, tales como las metas de control de emisiones en el acuerdo climático de París.
Sin embargo, el presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo la semana pasada, bajo el argumento de que éste había puesto en desventaja a los estadounidenses “para el beneficio exclusivo de otros países”, y que los negocios y los contribuyentes estadounidenses tenían que absorber los costos.
EH
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