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Olvidado. El r�o Santiago contin�a sin intervenci�n. (Foto: Grisel Pajarito)
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El cineasta mexicano Eugenio Polgovsky fue a El Salto y Juanacatlán por primera vez en 2015, tenía el encargo de Greenpeace de realizar un cortometraje que retratara el conflicto socioambiental que viven esas comunidades por la contaminación del río Santiago con el único fin de difundir el material y visibilizar la problemática.
Pero una vez allá, al entrar en contacto con la realidad de poblaciones que padecen graves enfermedades por la toxicidad del cauce que ya no tiene vida biológica, decidió iniciar un nuevo documental, pero ahora en formato de largometraje surgido desde su iniciativa, denominado Resurrección, que al ser exhibido en julio de 2016 y premiado en festivales de cine como el de París, Francia, catalizó la visibilidad de este conflicto minimizado en México.
Polgovsky consiguió llevar en titulares de medios nacionales e internacionales el nombre del Santiago junto con frases como “río envenenado”, “contaminación industrial” y “muerte”, en alusión a la falta de control gubernamental hacia el corredor industrial de El Salto y Juanacatlán que ha permitido y tolerado por casi medio siglo descargas de todo tipo de componentes químicos que poco a poco acabaron con la vida del cauce, y después, con la de la gente cercana a éste.
El cineasta, que conquistó a la crítica cinematográfica con su largometraje, falleció el 11 de agosto en Londres, Inglaterra, donde daba clases.
“El Salto de Juanacatlán era la séptima cascada más grande del mundo, la llamaban ‘el Niágara mexicano’. Era un lugar de gran belleza, donde venían turistas de todo el mundo. Hoy es una ruina y peor aún, una pesadilla para los habitantes del lugar. Un río cubierto por una capa blanca de espuma tóxica que lentamente y en silencio está afectando la salud de los pobladores. Es una emergencia ambiental” dijo Polgovsky a la revista a RFI sobre Resurrección.
Otro de los sucesos en torno al río Santiago que causó revuelo nacional fue cuando Greenpeace señaló, con base en estudios que realizaron en una universidad de Londres, que estaban presentes en el cauce 101 químicos peligrosos que ni siquiera figuraban en la legislación mexicana, pero que abonaban a la toxicidad del agua.
Sin embargo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha negado declarar al río zona de recuperación ambiental, lo que implicaría atender la crónica contaminación que padece, con el argumento de que no contaba con dinero para el tratamiento; no obstante, tampoco hay una inspección ni sanciones hacia las empresas que desde el siglo pasado contaminan.
Mostró peligros
Eugenio Polgovsky presentó Resurrección en julio de 2016, documental en formato de largometraje que detalla la contaminación del río Santiago y sus afectaciones para los habitantes de El Salto y Juanacatlán
JJ/I
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