Adi�s a los CIVS, Semarnat los desaparece

2017-10-14 20:54:26

Los rumores que desde hace un par de años merodeaban a los Centros para la Conservación e Investigación de Vida Silvestre, mejor conocidos como CIVS, se volvieron realidad este 2017: la Semarnat ha decidido cerrarlos después de 20 años de servicio a la fauna decomisada, herida o maltratada en el país, incluyendo el de Guadalajara.

El CIVS local, instalado en la colonia Santa Elena Alcalde, pasó de estar repleto de aves rapaces, psitácidas, reptiles, venados y hasta arácnidos rescatados de infinidad de casos, a lucir completamente vacío, con jaulas apiladas en el patio y sólo un par de estudiantes llenando papeles, acompañados de perros y una que otra especie adicional.

La Dirección General de Vida Silvestre de la Semarnat, de la que dependen los CIVS, notificó al personal de los seis centros en el país que había terminado su etapa, y a partir de agosto comenzó a llevarse los animales a UMA cercanas que pudieran recibirlos, hasta que vaciaron las seis instalaciones. Si suena el teléfono para reportar algún ejemplar que necesite ser rescatado, ya no dan servicio y remiten a cualquier otra dependencia que se pueda hacer cargo.

Si bien el cierre de los CIVS es una pésima noticia, tampoco sorprende. Desde 2013 la Federación empezó a reducir de tajo el presupuesto de los seis: el de David Montes Cuevas en Oaxaca, el de Guadalajara, el de Los Reyes y San Cayetano en el Estado de México, el de San Felipe Bacalar en Quintana Roo y San Bartolomé en Yucatán.

Entre todos recibieron del gobierno federal 9.2 millones de pesos para sus labores operativas en el 2013; después, en 2014, les llegó casi la mitad, sólo 5.4 millones. Desde entonces no subió a más de 6 millones hasta la fecha. Hacienda los fue castigando con un presupuesto cada vez más apretado mientras los CIVS registraban un ingreso mayor de animales, y con máximo dos personas en la nómina, tenían un limitado margen de acción para rehabilitarlos e ir liberando a los que eran factibles. Menos dinero y más trabajo.

Ante esa fuerte limitación económica y de personal, la gran ayuda para los CIVS eran los prestadores de servicio e incluso de voluntarios, la mayoría chavos estudiantes de veterinaria y biología que además de aprender, ayudaban a despresurizar la carga en el de Guadalajara, agobiado desde hace años por sobrepoblación de ejemplares.

Es cierto que el objetivo con el que fueron creados los CIVS en 1997, relativo a la investigación y conservación de acervo genético por los compromisos internacionales que el país adquiría al ser uno de los megadiversos del mundo, ya no se cumplía porque los rebasó el abandono, el tráfico y el maltrato sobre todo de especies exóticas, convirtiendo a los centros en pequeños y hacinados zoológicos donde sólo uno de cada cinco ejemplares podía ser rehabilitado para su liberación.

Al día de hoy, la Dirección General de Vida Silvestre no ha informado abiertamente los motivos del cierre de los CIVS, el destino de los empleados y cómo cumplirá el artículo 38 de la Ley General de Vida Silvestre, que designa a la Semarnat la operación de los CIVS para atención de la fauna.

Sí, los centros estaban rebasados, pero desaparecerlos y hacer caso omiso a las necesidades que hay en materia de fauna en un estado y un país biodiverso es negligente y violatorio de la ley. Si el país no se decide a invertir lo necesario en atender, investigar y conservar sus recursos naturales corrigiendo los errores que lo estaban consumiendo está restando a los ya de por sí pocos espacios capacitados para el manejo digno de vida

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