|
Tirada. Hay nueve que aspiran a llegar a la C�mara baja. (Foto: Cuartoscuro)
|
El último año legislativo se convirtió también en uno del chapulineo: la mayoría ya tiene una candidatura amarrada para este proceso electoral.
De los 39 legisladores, 22 tienen candidaturas para alcaldías, senadurías o diputaciones federales para las elecciones de julio y ocho para repetir como diputados locales.
Sólo dos de cada 10 tienen como única intención electoral era quedarse en el puesto y terminar la legislatura.
En esta revisión hay tres que buscan ser senadores; nueve, diputados federales, y el mismo número para alcaldes de sus municipios de origen, además de ocho para la diputación local. La priísta Claudia Delgadillo es la única que se estaba dedicando a coordinar la campaña presidencial de José Antonio Meade, aunque ayer se anunció su cambio al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Rezago
Fernando Joaquín Monroy, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), advirtió que este hecho genera repercusión en el seguimiento de los trabajos legislativos porque se quedan rezagados mientras los diputados están distraídos con sus candidaturas, pues no están obligados a pedir licencia.
“Se distraen, no pueden estar en dos lugares a la vez”, puntualizó.
Además, cuando buscan cargos fuera del ámbito legislativo, están desperdiciando su experiencia parlamentaria, caso de los nueve que quieren ser alcaldes en sus municipios de origen.
“Si cambia de posición, de una parlamentaria a una administrativa, como los poderes ejecutivos, ahí no hay ninguna continuidad, entonces toda la experiencia que pudieron haber acumulado poco sirve, al menos en la trayectoria personal”.
Monroy comentó que el chapulineo “es legítimo, pero no es funcional a la sociedad”.
Pendientes
Augusto Chacón Benavides, director del observatorio ciudadano Jalisco Cómo Vamos, coincidió que dejan tareas pendientes porque se van y se queda la idea en la sociedad de que no hacen lo que tocan hacer.
“Yo creo que sí (se distraen), tenemos grandes pendientes con la legislación y con el contra peso que debe jugar el Legislativo hacia el Ejecutivo, hacia el Judicial, y todo se dispersa en este terreno entre precampañas y campañas”.
Advirtió que el problema es el vacío que se genera cada 10 meses con estas pretensiones políticas.
Alberto Bayardo Pérez Arce, coordinador de la Maestría en Política y Gestión Pública del ITESO, consideró que la sociedad está molesta por estos brincos cuando no han terminado su actual tarea, pero que es una aspiración válida.
“Sí, definitivamente se distraen, unos más que otros, pues obviamente depende también de los cargos que tengan dentro de su partido”.
Los académicos de universidades públicas y privadas coincidieron que no se puede prohibir este tipo de aspiraciones, sólo hacer las reglas más específicas de que se deba pedir licencia para buscar otro.
“Pedir licencia para contender a una precampaña y posteriormente en una campaña electoral”, precisó Monroy.
Chacón Benavides manifestó que hace tres años se hizo la reforma electoral para permitir la reelección porque se necesita profesionalización y experiencia en los cargos. Hasta el momento, hay ocho interesados en repetir.
“Ahorita ser diputado no le deja nadie a nadie, todavía no es una profesión bien vista y es lógico que traten de mudar”.
El primero en irse fue el diputado que llegó por la vía independiente, Pedro Kumamoto, para buscar las firmas necesarias para poder tener la candidatura por la misma vía al Senado.
Después lo hizo quien fuera coordinador parlamentario de Movimiento Ciudadano, Ismael del Toro, para buscar la candidatura a la alcaldía de Guadalajara.
Los diputados Anahí Olguín y Francisco Álvarez, quienes llegaron a suplir a la priísta Cecilia González y el perredista Saúl Galindo, quien fue asesinado antes de terminar el cargo, también buscan emigrar a otro puesto; en el caso del emecista Salvador Caro, éste regresó a ocupar su curul y buscará la reelección.
Las elecciones serán el 1 de julio, pero desde finales del año pasado comenzaron las aspiraciones políticas y las solicitudes de licencia por parte de legisladores locales.
Quedará en la voluntad de los diputados locales pedir licencia para competir por otros cargos en las campañas, sólo unos cuantos lo hicieron para precampañas porque el Código Electoral no los obliga a hacerlo.
Deciden partidos reelección
La reelección de los diputados locales está siendo determinada por los institutos políticos en vez de que lo decidan quienes ocupan el cargo, consideró Alberto Bayardo Pérez Arce, coordinador de la Maestría en Política y Gestión Pública del ITESO.
Admitió que había diputados locales que querían repetir y no los dejaron porque les correspondía a otro integrante.
“El problema aquí que nos encontraríamos es que como tienen que irse moviendo, necesitan darle juego a todos los integrantes, de repente es difícil que alguien diga yo me quedo aquí, me reelijo, entonces bloqueo otros procesos”, precisó.
De los ocho diputados locales de quienes hasta el momento se conoce que quieren la reelección, la mayoría no tenía esta candidatura como su primera opción, sino hasta que el partido se los indicó.
Bayardo Pérez Arce mencionó que el control de los partidos políticos hacia sus diputados locales existe desde que son ellos los que postulan candidatos.
“Sí estaba ahí previsto que tenía que ser porque incluso es el propio partido el que los tiene volver a postular, o sea, sí había un control de parte de los partidos desde que se reformó la ley (para integrar la reelección)”.
Aseguró que se esperaba que si un diputado local levantaba la mano pidiendo repetir en el cargo, lo iban apoyar, pero ahora se sabe que no fue así.
Un caso evidente fue del emecista Augusto Valencia, quien a través de redes sociales anunció que buscaría la reelección, y al final su partido no lo dejó y se quedó sin ninguna candidatura.
El 30 de marzo arranca la campaña para candidatos a gobernador y el 29 de abril para diputados y alcaldes. Jessica Pilar Pérez
Lo que buscan
10 alcaldes
9 diputados federales
8 diputados locales
3 senadores
JJ/I
|