Quinto Patio

Ayer, marcha silenciosa por todas las personas desaparecidas en Jalisco. Las madres, los familiares de los desaparecidos, visten de blanco y portan carteles, otra vez, con las fotos y datos personales de quienes se desconoce su paradero. Ante la falta de resultados de la Fiscalía General del Estado salen a la calle para recordar que el hijo, el marido, el hermano, el sobrino… o la hija, la hermana, la sobrina, alguien los desapareció. Alguien, personas y grupos que se escudan tras un arma. Uno de los carteles implora: “Ayúdanos a encontrarla”.

El contingente sale de Plaza de la República rumbo a la glorieta a los Niños Héroes, ahora glorieta de las personas desaparecidas. La marcha es para compartir su dolor y reiterar la exigencia de encontrarlos. Sólo que ahora las madres no están solas. Estudiantes universitarios las acompañan. Alumnos del CUCSH de la UdeG que organizaron un paro activo, esperan la marcha silenciosa para caminar juntos. “Ay amor divino, pronto tienes que volver”, cantan las madres y Rubén Albarrán de Café Tacvba. Se acerca el 10 de mayo. Las madres con desaparecidos recuerdan: no hay nada que festejar.

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En el Congreso del Estado ya decidieron la destitución del jefe de compras, Mauricio Vargas Gámez, pero aún no se ha ido. El diputado titular de la Comisión de Administración, Alberto Casas, llegó con la espada desenvainada para hacer justicia en todos los asuntos administrativos, y aunque tiene elementos para hacerlo se están complicando las cosas. Desde las oficinas administrativas señalan que se escuchó el amago de Vargas Gámez a su jefe y casi suegro, Aldo Ramírez, de que si dejaba que él cayera hablaría que no actuaba solo.

Algunos empleados desde hace tiempo hicieron señalamientos de que Ramírez, como director de Control Presupuestal, contrató como jefe de compras a su yerno, aunque aún no se casa con su hija, y sospechaban que había gato encerrado. El diputado de MC, Víctor Tenorio, quien sí hizo su tarea, revisó las licitaciones aprobadas para compras de mobiliario contra lo publicado y encontró inconsistencias. Haga de cuenta que pedían comprar cien sillas ejecutivas, pero la creatividad del jefe de compras iba más allá y ponía 130; pedían un archivero de una gaveta con llave y ponía 20, sin aclararlo en el Comité de Adquisiciones.

Casas, como Pilatos, se lavó las manos y dijo que no sabe cómo se hacían las compras antes de que llegara. Eso es no quererse meter en problemas, porque su antecesora es del mismo partido, María Elena de Anda, y ni modo de acusar a los de casa.

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Los candidatos a la gubernatura se topan en su camino con el Jalisco de los problemas irresueltos, las tensiones sociales abiertas, las carencias de diverso tipo, las quejas acumuladas durante años, las situaciones que lastiman. Miren si no: ayer el priísta @micasrey (Miguel Castro Reynoso), estuvo en Tepatitlán con pequeños y medianos productores de leche, ganado y huevo. Parte de las problemáticas que prometió atender están relacionadas con la co-rrup-ción.

Ahí el candidato a la gubernatura por el tricolor escuchó de prácticas de coyotaje en los procesos de entrega de apoyos al campo, que a los productores les piden dinero para autorizarles un proyecto, que falta modificar la norma 155 que afecta sobre todo a los lecheros y del robo de ganado en la región alteña. O bien, revisemos lo que halló en Hostotipaquillo Enrique Alfaro, candidato de Movimiento Ciudadano: un municipio con problemas de abastecimiento de agua, sin Internet de calidad, jóvenes sin empleo, con caminos sacacosechas deteriorados… Las campañas se asemejan a observar un tapete para conocer lo que está a la vista y no se ha solucionado, y lo que se barrió debajo para que no se vea.  

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¿No le ha llegado a su domicilio, vía el correo o bajo el cancel, propaganda de los partidos políticos? ¿No? No se preocupe, ya no tarda en llegar. Y por montones.

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JJ/I