Quinto Patio

La Arquidiócesis de Guadalajara asomó su editorial a la inseguridad pública en Jalisco. Escribió en su órgano informativo Semanario que el destino nos alcanzó. “Creíamos ingenuamente que la violencia y la barbarie no llegarían a nuestra ciudad y a nuestra vida cotidiana”. La realidad es que, añade, desde hace 25 años, desde la muerte del cardenal Jesús Posadas, el crimen organizado y el desorganizado nos rebasó y amenaza a todas las instituciones. Subraya el impreso lo que resulta claro: el aparato de seguridad está rebasado.

Las omisiones institucionales del pasado inmediato, hoy nos cobran la factura con más interés, indica su editorial. Desde que llevamos la cuenta roja de la muerte en Jalisco, 2018 está resultando el año más violento, y vamos a la mitad, agrega. “La mala noticia es que hay más elementos para predecir que no mejorará pronto; debemos considerar que aún no tocamos fondo”. Luego del atentado y balaceras del lunes pasado, el cardenal Francisco Robles escribe en El Semanario: “Seguimos haciendo un llamado a las autoridades correspondientes para que cumplan con su obligación de brindar seguridad a la sociedad y a cada ciudadano”. Aunque esos llamados son para las autoridades como llamados a misa.

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Los candidatos a la gubernatura tradicionalmente buscan reunirse con la jerarquía católica local. Los priístas suelen hacerlo cada seis años. Ahora, un candidato que suele discriminar a quién sí y a quién no aceptarle entrevistas con preguntas no cómodas, y que en la misma línea de la tradición política tricolor se reunió con obispos de la provincia eclesiástica de Guadalajara, fue el abanderado de Movimiento Ciudadano (MC), Enrique Alfaro. El cardenal Robles no detalló pero indicó que en esa reunión el alcalde con licencia habló de las necesidades más urgentes que le ha hecho saber la gente durante su campaña por diferentes municipios de Jalisco; entre ellas: seguridad, creación de empleos bien remunerados, rehabilitación de carreteras y mejores condiciones en el sistema de salud.

Otro tema que abordó el prelado es el aniversario 25 del asesinato del cardenal Posadas, ocurrido el 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto internacional Miguel Hidalgo de Guadalajara. Lamentó que cuando se asesina a una persona pública, con trascendencia en la sociedad, las autoridades aseguran ir hasta las últimas consecuencias para dar con el responsable y aplicar toda la ley; pero es costumbre que en ningún caso suceda así, que no se esclarezcan plenamente y exista impunidad, como sucede, precisó, con el caso del cardenal Posadas. (Añadamos nosotros los casos de desaparición forzada).

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En la Zona Metropolitana de Guadalajara continúa el duelo y el enojo por la agresión cobarde contra el niño Tadeo, que a los ocho meses de edad murió quemado tras que un grupo de delincuentes incendió el camión en que el bebé viajaba con su mamá, que sigue grave hospitalizada. Pues bien, eso ocurrió el lunes, y ayer se registró la muerte violenta de otro niño de apenas año de edad.

Este otro bebé falleció cerca de medianoche, en brazos de su padre. Lo alcanzó una bala perdida, disparada desde una cuadra de distancia en donde ocurrió una riña en la que se usaron armas de fuego, por el rumbo de la calle Amapola y Camino al Molino, en la colonia Alameda, en Tonalá. A los violentos no les importa detener la violencia; las autoridades se han visto incapaces de siquiera disminuir la violencia, y la población continúa como la que pone cada vez más muertos.

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Inquilinos del Quinto Patio exigen que, además de las estaciones para bicis, se coloquen algunos vehículos blindados (con módicas rentas) para que los interesados en acudir a lugares públicos donde se reúnen altos funcionarios o ex funcionarios de seguridad pública, puedan sobrevivir a cualquier posible atentado contra el vecino incómodo. Rechazan que se les agreda verbalmente diciendo que si los hieren es porque estaban en el lugar, día, hora y cerquita del funcionario equivocado.

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FV/I