Venta de Villa, con permisos incluidos

Como parte del contrato que se firmaría para la venta de la Villa Panamericana a la empresa Green Life Capital, las autoridades estatales se comprometieron a entregar todos los permisos y servicios federales, estatales y municipales. El objetivo de estas cláusulas, se señala en el texto, es que “dicho complejo inmobiliario en su conjunto pueda aprovecharse, funcionar y comercializarse sin limitación adicional alguna con destino habitacional y de servicios”.

En el convenio previo que se firmó se señala que la venta del inmueble “queda sujeta” a distintas condiciones, entre las que está “la validación de permisos y licencias ya otorgados con uso de suelo mixto distrital, inclusive la obtención de los certificados de habitabilidad municipal y/o cualquier otro permiso, trámite acto administrativo o cualquier otro requerimiento” de los gobiernos municipal, estatal o federal.

Otro requisito que se marcó es el “otorgamiento y/o renovación de las licencias de obras de urbanización adicionales que se requieran”.

En cuanto a servicios federales, se marca que se tendrá que entregar la aprobación “de concesiones y/o renovaciones y/o conexiones y/o acometidas para los servicios de energía eléctrica ante la Comisión Federal de Electricidad”.

Después que El Diario NTR Guadalajara diera a conocer la venta de la Villa Panamericana para que se destine a vivienda, el presidente municipal de Zapopan, Pablo Lemus Navarro, aseguró que el Municipio no otorgará permisos ni prestará servicios a menos que se cubran tres requisitos, los cuales aseguró son a largo plazo. El alcalde exigió que se apruebe un decreto de protección para la zona de El Bajío, un plan de mitigación y que se resuelvan todos los juicios pendientes en torno al inmueble.

A pesar de lo anterior, en el contrato se señala que se deberá llevar a cabo “la reparación, equipamiento y señalización de las vialidades, camellones y banquetas municipales para los ingresos y accesos de la Villa Panamericana”.

También se prevé “la inscripción de matrículas inmobiliarias ante Catastro Municipal y Registro Público de la Propiedad y Comercio”, la recepción de las obras de urbanización por parte del Ayuntamiento de Zapopan y la ampliación de la licencia municipal de construcción “para completar obras pendientes por construir y edificios por rehabilitar ante el ayuntamiento”.

El Municipio también tendrá que autorizar las licencias para las obras en los predios que se incorporarán a la Villa y expedir los certificados de habitabilidad para cada unidad habitacional.

Todos estos requisitos están previstos en la segunda cláusula del convenio. El cumplimiento de los mismos es, al mismo tiempo, la condición que se fijó para el pago del anticipo de 200 millones de pesos a los institutos de Pensiones del Estado (Ipejal) y Jalisciense de la Vivienda (Ijalvi).

Además, en el convenio se señala que si todos los requisitos no están cubiertos al 31 de agosto, “sin importar la causa”, este documento “quedará sin efecto” y “se tendrá como si el mismo nunca se hubiese celebrado”; sin embargo, la fecha para cumplir con los plazos puede modificarse en el contrato definitivo que se había programado firmar hoy.

Condicionantes

Antes de pensar en una venta de la Villa, el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus Navarro, pide un decreto de protección para El Bajío, un plan de mitigación y que se resuelvan todos los juicios pendientes en torno al complejo

Los permisos y servicios

•  Licencias municipales adicionales que se requieran
•  Servicios de energía eléctrica ante la CFE
•  Reparación, equipamiento y señalización de las vialidades, camellones y banquetas municipales para los ingresos y accesos a la Villa Panamericana
•  Inscripción de cada unidad habitacional ante Catastro Municipal y el Registro Público de la Propiedad y Comercio
•  Recepción de obras de urbanización por parte del Ayuntamiento de Zapopan
•  Autorización municipal de licencias para predios que se agregarán al complejo
•  Ampliación de la licencia municipal de construcción para obras adicionales
•  Expedición de certificados de habitabilidad municipales para cada departamento

RIESGO. Tanto Futuro Jalisco como Raquel Gutiérrez insistieron en los daños ambientales de la Villa.
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Demolición, única opción para el inmueble: Futuro

En contra de la venta. La agrupación política Futuro Jalisco urgió ayer al gobierno del estado, Enrique Alfaro Ramírez, a demoler las villas panamericanas y cuidar el agua de El Bajío, zona donde están ubicadas.

A la par, exigieron una declaratoria de protección para toda el área que rodea a La Primavera y que el gobierno de Zapopan decrete la zona de El Bajío como un área de captación de agua.

Daniel Íñiguez, representante de Futuro y especialista en temas de ciudad y espacio públicos sustentables, calificó al polémico complejo habitacional como “un hito a la corrupción”.

Por ello, añadió, el inmueble debe ser demolido, lo cual sería un “símbolo de que no estamos dispuestos a seguir tolerando este tipo de acciones, que sirva como un precedente de que la omisión a los marcos legales debe ser castigada”.

La organización política insistió en impulsar una declaratoria de protección a la zona que rodea al área natural protegida del bosque La Primavera, así como un marco de protección para El Bajío y el cerro El Tepopote, en Zapopan, y el de Totoltepec, en Tlajomulco, a fin de conservar sus corredores de fauna. 

En la rueda de prensa en la que Futuro emitió su postura, la ambientalista e integrante del Instituto de Derecho Ambiental (Idea), Raquel Gutiérrez Nájera, coincidió con la iniciativa de demolición de las villas y llamó a recuperar la zona.

Aunque el gobierno estatal plantea acciones de mitigación a raíz de la venta de las villas, la experta indicó que es imposible aminorar el efecto del inmueble en El Bajío.

Si se concreta finalmente la venta del complejo, Gutiérrez Nájera anunció una eventual denuncia del caso ante la Comisión de Cooperación Ambiental del Tratado de Libre Comercio por “la sistemática violación a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable para cambiar los usos de suelo de bosque a vivienda”. 

Por su parte, los integrantes del Observatorio de Medio Ambiente y Ciudades para el Sur, Emmanuel Arriero y Federico Gómez, denunciaron simulaciones del gobierno de Tlajomulco, encabezado por Salvador Zamora Zamora, al no luchar plenamente contra la empresa México Inversiones, SA, la cual está a cargo de la segunda parte del fraccionamiento El Cielo.

“(La demolición sería un) símbolo de que no estamos dispuestos a seguir tolerando este tipo de acciones, que sirva como un precedente de que la omisión a los marcos legales debe ser castigada”

Daniel Íñiguez, representante de Futuro

MENOS DESARROLLOS. Si se decide usar las villas como vivienda, lo ideal es impedir otros grandes proyectos en la zona, como el Estadio Akron.
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Gobierno se enfocaría en protección a El Bajío

El gobierno de Jalisco trabaja bajo las premisas heredadas de la pasada administración, tendientes a buscar el intercambio de una Villa Panamericana con uso de suelo y el rescate de la cuantiosa inversión pública y privada que significó, por el “blindaje” de las casi mil 290 hectáreas de El Bajío, de las cuales más de 90 por ciento están libres todavía.

Es decir, el problema de fondo es una zona de recarga en la cual el impacto de la Villa se minimiza si no se permiten altas densidades y si, a cambio, se establece legalmente la imposibilidad de repetir proyectos de ese tipo o los desarrollados por el empresario Jorge Vergara en el complejo de Chivas. Cualquier escenario de demolición se enfrenta al hecho de que el complejo posee manifestación de impacto ambiental aprobada y que los costos de demoler serían también multimillonarios, de acuerdo a fuentes del Ejecutivo consultadas por NTR.

Una de las bases es el Estudio Ambiental Estratégico que realizó una consultora desde 2015. Con base en este se han localizado las zonas de alta recarga de agua de la planicie: el área más importante a proteger se ubica al sur del fraccionamiento Rancho Contento, que actualmente se encuentra baldío, pero con tiraderos clandestinos de escombro, y constituye la prioridad territorial para proteger el agua local.

La idea es ordenar el territorio con base en el criterio del agua, para el cual, el impacto de las villas panamericanas es menor y tiene además un impacto visual que podría mitigarse con muros verdes y que se mimetice con el área natural protegida.

SON VARIOS PENDIENTES

El estudio plantea diversas acciones para afrontar el desafío de un manejo territorial adecuado para una zona de alta recarga de agua, por lo que el eje debe ser ese recurso: actualmente, de acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), se utilizan de forma privada más de 4 millones de litros al día, lo que incluye desde los sanitarios del Estadio Chivas-Akron hasta el regadío de campos de golf sobre un total de 83.5 hectáreas.

Por eso, se debe integrar un organismo de gestión y administración del agua que podría ser tarea del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa). Otro de los retos es que el agua de las fosas sépticas, que podrían convertirse en problema, sea extraída y tratada para prevenir daños en la calidad. También es indispensable eliminar los tiraderos clandestinos de basura y escombro, pues estos se ubican en la zona de transición hacia el bosque, y lo más importante, ocupan la zona de alta infiltración.

La villa no impacta de forma importante el tema del agua, pero sí el del paisaje, añade el documento, disponible públicamente (https://transparencia.info.jalisco.gob.mx). Este estudio es un insumo que ha sido tomado en cuenta para establecer el modelo de ordenamiento ecológico y los Planes Parciales de la zona. Su descripción establece los puntos hacia donde orientar la gestión y protección de El Bajío, en lo hídrico, en lo geológico, en fauna y flora, así como el sobreuso que se le está dando a agua de alta calidad para riego y las fosas sépticas sin control que pueden propiciar la contaminación.

Por ello, añade el estudio, es importante poner atención a la zona de alta recarga de Rancho Contento. Al sur de ese espacio se ubican socavones impermeables que pueden captar el agua (construidos a raíz de los proyectos del estadio de las Chivas y de las mismas villas) y enviarla a través de un sistema de canales hacia la zona de alta recarga, sin que se dé un proceso de alteración de calidad.

Además, el área identificada de alta recarga debe quedar al margen de urbanizaciones o infraestructura que pongan en riesgo su calidad. Para ello el estudio incluye una serie de mapas en los cuales se marcan las zonas de cuerpos de agua, las zonas de restricciones a la urbanización y la zona de protección.

El texto también emite recomendaciones para la calidad del aire. Esa cuenca es compleja y presenta frecuentes inversiones térmicas debido a su confinamiento por abajo del nivel del bosque y de la ciudad. Otra razón para blindar ecológicamente el sitio e impedir la llegada de miles de autos todos los días. Para el gobierno estatal, estos son aspectos más esenciales y de fondo que la polémica misma de la operación o no de la Villa.

JJ/I