INICIO > ZMG
A-  | A  | A+

Contrata el Semefo a médicos sin perfil

NECESIDAD DEL IJCF. Tras el descubrimiento de 119 bolsas con restos humanos, colectivos como Fundej han solicitado personal capacitado para la identificación de cuerpos. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

En el Servicio Médico Forense (Semefo) de la delegación Centro de Jalisco laboran 17 médicos sin especialización. Los profesionistas fueron contratados desde octubre de 2018 para contener la crisis forense de hace un año.

Antes de la contingencia de septiembre de 2018, desencadenada por el resguardo de más de 300 cadáveres en cajas refrigerantes de dos tráileres, 20 médicos forenses del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) realizaban más de 3 mil necropsias al año. Ahora, con las nuevas plazas, son 37 profesionistas quienes sobrellevan esta carga.

Un año después de la crisis, los galenos contratados con el título de médico general y partero han ido aprendiendo con las necropsias realizadas.

A mediados de septiembre de 2018, el IJCF enfrentó una dificultad de alcances internacionales que provocó el despido de su titular en ese entonces, Luis Octavio Cotero Bernal, así como del fiscal Raúl Sánchez Jiménez. El origen de la contingencia fue el deambular por la ciudad de un tráiler utilizado por el instituto para el resguardo de cadáveres sin identificar.

El vehículo de carga pesada contenía 273 cuerpos; sin embargo, días después se reveló que existía otro con una caja refrigerante en la que había 49 más. Además, a estos se sumaron 122 de las instalaciones del IJCF para dar un total de 444 cadáveres sin identificar.

No obstante, la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) informó el 21 de mayo de este año, en la recomendación 10/2019 y en un informe, que la crisis del IJCF fue peor, pues de acuerdo con la instancia de defensoría, tras la contingencia de septiembre detectó 605 restos humanos en el instituto, algunos con cinco meses de antigüedad y otros con hasta tres años y medio.

Al dar a conocer la cifra, la CEDHJ instó a la Fiscalía y al IJCF a ofrecer una disculpa por el trato inhumano a los cadáveres, a lo que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez comentó que atendería la recomendación, pero no se disculparía; sin embargo, a principios de junio se reveló que sí se pidió perdón por las anomalías, aunque por escrito.   

Dos días después del anuncio de la comisión, la Coordinación Estratégica de Seguridad informó que en Ciencias Forenses había 599 cuerpos sin identificar, es decir, una cantidad similar a la registrada el año pasado, por lo que de acuerdo a organismos como la CEDHJ, está latente otra contingencia en la institución.

La semana pasada, tras el hallazgo de 119 bolsas con restos humanos en el poblado La Primavera, en Zapopan, el colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (Fundej) emitió un comunicado en el que afirmó que el estado vive una crisis forense, por lo que solicitó ayuda al gobierno federal para contar con personal capacitado, “esto es peritos, genetistas, criminalistas, antropólogos sociales y forenses, ministerios públicos”.

Pese a los números casi similares de personas sin reconocer entre 2018 y 2019, y a hechos como el de La Primavera, el titular de la coordinación, Macedonio Tamez Guajardo, ha asegurado varias veces que no hay riesgos y que Ciencias Forenses trabaja a la altura de las circunstancias.

ANTROPOLOGÍA, SIN AVAL

Un caso especial es el del área de Antropología Forense del IJCF, que tiene como titular a Dorian Quezada Esparza, pasante de la licenciatura en antropología y hermano del director general de la institución, Gustavo Quezada Esparza.

Según el actual titular del instituto, el ex director Carlos Barba Rodríguez –el sucesor de Cotero Bernal– fue quien designó a Dorian al frente del departamento.

Antes, el área la ocupaba el arqueólogo forense Marcos Raygoza Ortega, quien enfrenta un proceso administrativo del IJCF por el presunto rezago en dictámenes antropológicos.

Además de ser pasante de antropología, Dorian cuenta con experiencia en retrato hablado y reconstrucción facial, pero no tiene especialidades médico-legales.

A lo relacionado con esta área se suma que no tiene certificaciones externas, pues las únicas que cuentan con éstas son el Semefo y el laboratorio.

NECROPSIAS, AL ALZA

Aunado a la situación de los cadáveres sin reconocer, el trabajo de los médicos forenses ha aumentado en Jalisco, pues de 4 mil 676 necropsias realizadas en 2013, año en el que inició la administración de Aristóteles Sandoval Díaz, en 2018 se contabilizaron 6 mil 150.

Durante cuatro años, de 2013 a 2016, las necropsias no rebasaron las 4 mil, de hecho en 2014 y 2015 se redujeron en comparación a 2013 (4 mil 452 en el primer año y 4 mil 472 en el segundo); sin embargo, con el 2017 vino un incremento, al registrar 5 mil 352.

En cuanto al 2019, hasta agosto se contaron 3 mil 997.

Respecto a las necropsias de la región Centro, la tendencia es al alza. En 2013 se registraron 2 mil 976, cifra que al compararla con la total de 2018 refleja un aumento de 45 por ciento, pues el año pasado se contaron 4 mil 322. En lo que va del año, hasta agosto, ya iban 3 mil 67.

Casi igual

444 cadáveres sin identificar se detectaron en el IJCF tras la contingencia de los tráileres

605 restos humanos halló Derechos Humanos en Ciencias Forenses después de la crisis

599 cuerpos sin reconocer había en el IJCF hasta finales de mayo de 2019

La opinión de la PGR

En la opinión técnica 03/2018 de la Procuraduría General de la República (PGR, ahora Fiscalía General de la República), en torno a las condiciones de almacenamiento de restos humanos en el IJCF, se afirma que en la trayectoria de la institución no hay antecedentes de una crisis como la de hace un año, por lo cual “es viable pensar que el aumento de muertes violentas de personas en Jalisco ha tenido un impacto significativo en la capacidad de las estructuras administrativas”. La opinión tuvo el aval de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV)

Ya hay una vinculación

  •  Hace poco más de una semana, un juez de control vinculó a proceso a Yolanda Santiago Villela, coordinadora de Administración de la Fiscalía en la pasada administración, por los delitos de uso ilícito de atribuciones y facultades. La razón: el pago de varios cheques por 222 mil pesos a las empresas Logística Montes y Cold Red Transport, por la renta de las cajas refrigerantes para los cadáveres sin identificar, operación que se hizo sin un contrato de por medio
  •  A la ex funcionaria se le dictó que tendrá que presentarse a firmar cada 15 días en la unidad de medidas cautelares, no salir del país y presentar una garantía de 5 mil pesos. El plazo para el cierre de la investigación complementaria concluirá el 3 de enero de 2020, cuando ambas partes presentarán nuevas pruebas y, posteriormente, se definirá la situación legal de los imputados en un juicio oral 

Poca preparación arriesga la impartición de justicia 

Para el médico legista y docente en la materia, David Eduardo Quiñones Soto, un médico cirujano y partero recién egresado no debería trabajar en un instituto forense, pues podría comprometer la impartición de la justicia; sin embargo, esto ocurre en Jalisco y en México.

Lo ideal, añade el experto, es que el egresado adquiera conocimientos formales de medicina forense en alguna universidad. Al menos debe contar con una especialidad y después incursionar en una maestría, y si se puede, es recomendable un doctorado.

La alta especialización que requiere el trabajo forense incluye una serie de pericias, como conocer las lesiones y los agentes vulnerables, los diferentes tipos de muerte o la tanatología.

Además, un médico forense debe estar al día y contar con experiencia en métodos y técnicas de identificación humana, es decir, conocimientos que involucran antropología, odontología, radiología, genética, entre otras ciencias. 

Por ello, insiste Quiñones Soto, la especialización es importante, ya que si un forense es citado por la autoridad ministerial o judicial “para que explique en detalle sobre la autopsia de un individuo, para contestar el interrogatorio al que es sometido por el trabajo profesional que realizó, debe tener respaldo y fundamentos de la especialidad en medicina forense”.

Un médico forense entrevistado por NTR, quien prefirió permanecer en el anonimato, coincidió en que sus compañeros tienen que estudiar, al menos, una especialidad de por lo menos dos años “para una buena práctica” y saber realizar dictámenes científicos-legales: “No nada más es la necropsia, sino el momento de ratificar (ante la justicia)”.

“(De no tener una preparación adecuada), entonces ahí sí se puede, el desconocimiento de un médico, puede dar un margen de error grande”, agrega.

Crisis forense, por delincuencia

  •  Lo ocurrido hace un año con los tráileres con cadáveres de personas no identificadas se debe a los altos índices de delincuencia y criminalidad que hay en el país, considera Quiñones Soto
  •  Según el experto, esto se debe a una advertencia internacional desoída desde 1980. 
  •  En los primeros años de la década de 1980, la Oficina de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomendó a la administración de José López Portillo tomar medidas para frenar el tránsito y consumo de estupefacientes en el país
  •  Pese al consejo emitido y a que en la misma década se fundaron el Cártel de Guadalajara y el Cártel del Golfo, los cuales se disputarían el control del mercado de narcóticos, las gestiones de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari toleraron las operaciones de los cárteles y hoy en día la actividad criminal de estos grupos tiene un alcance internacional

JJ/I