INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Exceso de símbolos, escasa relación con el mundo real

En las últimas semanas nos hemos encontrado con un escenario de exceso de símbolos en las estructuras de las narrativas que impactan de manera persistente a públicos que, sin los elementos necesarios para interpretarlos, están desconectados de esquemas de comunicación, no permiten, de forma clara, tener una percepción clara del mundo en el que estamos y que constituye un componente importante de legitimación de la comunicación, cuyo valor debe radicar en el interés y utilidad pública que reporte. 

El desabasto, que sigue siendo una constante en el sector salud de nuestro país, ha dejado de tener la primacía de los temas urgentes, y parecería que este asunto ha sido solventado; sin embargo, independientemente de la avalancha de declaraciones, la situación sigue siendo la misma. Paralelamente, se concentra la atención en el proceso electoral en Estados Unidos y la peligrosa expansión de la epidemia del Covid-19, así denominado el coronavirus, desplazando al tema Insabi, pero la urgencia de abastecimiento de medicamentos permanece latente. 

Frente a estos escenarios, la irracionalidad se superpone como la primera línea de atención; casi podríamos decir de entretenimiento, como lo es la organización de una Lotería Nacional con la vestidura de la venta del llamado avión presidencial, que poco a poco ha venido tropezando con la realidad. 

Los índices de recuperación económica siguen siendo magros, y no se perciben los esfuerzos organizativos que concilien a entidades como el Banco de México, la Secretaría de Economía y la Secretaría de Hacienda, en una voluntad de disciplina y racionalidad que busque dar salida a problemas esenciales de sostenimiento del gasto público. Los direccionamientos impresionantes para sostener a Pemex, que se ha convertido en un aspirador presupuestal, tienen el sentido de intentar capitalizar artificialmente a esta dependencia, para lograr comprar tiempo ante las empresas internacionales calificadoras de las economías de Estado. Circunstancia que capitaliza a Pemex, pero descapitaliza el resto de la economía nacional. 

Durante este lapso, la comunicación propuesta por el gobierno de México es la rifa de un avión. Junto con eso, se realiza un anuncio temerario, la inauguración del aeropuerto de Santa Lucía el 21 de marzo de 2022. 

Las críticas relacionadas con la poca efectividad de las políticas de seguridad pública y el incremento de la violencia en nuestro país se ven opacadas por el hecho de que no se puede rifar el avión y ahora se transforma en una suplantación de la Lotería Nacional, con una organización forzada de sectores empresariales, denostados por el gobierno, para capitalizar la rifa. 

La detención de Emilio Lozoya, en España, gana un cierto margen de interés, pero concomitante y sin relación. De acuerdo con el World Justice Project, México se encuentra estancado y hacia la baja, en el establecimiento del estado de derecho, 19 estados registraron un retroceso y ninguno alcanzó 0.60 de puntaje, en una escala del 0 al 1. 

El feminicidio del que fue víctima Ingrid Escamilla no ameritó ninguna reacción del gobierno federal. De hecho, hubo molestia por el manejo mediático, dijeron, que quiere opacar la lotería presidencial desviando la atención del importante tema de la rifa para atender un asunto del que la Presidencia no quiere hacerse cargo. 

El viernes 14 de febrero se realizó una intensa, profunda y compleja manifestación de mujeres que alzaron la voz frente al letargo institucional relacionado con un tema del que han requerido visibilizarlo atacando la puerta de Palacio Nacional. En más de tres horas no fueron atendidas y mientras tanto, la rifa del avión continúa. 

 

jl/I