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CEDHJ deja a víctimas en segundo término

(Foto: Cuartoscuro)

En lugar de velar por los derechos humanos, en la Recomendación por el feminicidio de Liliana, una mujer de origen wixárika, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos violó las garantías individuales de los familiares de la joven, ya que primero compartió la Recomendación con los medios de comunicación, recriminó Guadalupe Ramos Ponce, coordinadora de Comité de América Latina y El Caribe en Defensa de los Derechos de la Mujer.

“Eso parece que están en un segundo termino las víctimas y en un primer termino el tema mediático, parece ser que a la comisión le interesa mucho más el dar una imagen pública de que está haciendo un trabajo impecable, que está haciendo un trabajo en defensa de los derechos humanos cuando en realidad no es así”.

Porque en la recomendación sobre el feminicidio de Liliana, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos proporcionó información errónea, puso en riesgo la integridad de la familia de Liliana, quienes ya son víctimas de hostigamiento, indicó Guadalupe Ramos.

 “Se da información erróneas, el tema de señalar que es la familia directa de Liliana la parte quejosa, cuando no es así”, explicó Guadalupe Ramos, quien sostuvo que su comunidad la familia de Liliana padece hostigamiento por parte de las instituciones, además al estar en una comunidad indígena “alejada y sin la protección y seguridad que se tiene en las ciudades, se encuentran en mayor riesgo y mayor vulnerabilidad”.

Relató que en el caso del feminicidio de Liliana fue investigado como un suicidio por autoridades de Huejuquilla El Alto e incluso se simuló su necropsia.

 “En el caso de Liliana, lo tenemos acreditado, pero es ha sido por el impulso de la sociedad civil que ha acreditado demostrado que justamente que se simuló una necropsia que nunca existió al cuerpo de Liliana nunca le hicieron la necropsia tomaron las fotografías y el dictamen de otro cuerpo diferentes, cuando se pide la exhumación del cuerpo de Liliana se demuestra demuestra y acredita que ese cuerpo jamás fue intervenido se realizó una autopsia en ese cuerpo y por lo tanto, jamás se podría haber acreditado un suicidio”.

El caso de Liliana no es el único del que se sospecha que la investigación de la muerte de una mujer no se realiza con perspectiva de género, de acuerdo con Guadalupe Ramos hay por lo menos otros tres casos de mujeres indígenas.

“Se han denunciado como suicidios y nosotros tenemos la sospecha muy clara de que se pueden tratar de feminicidios, uno de los casos es que el de Hilaria, una chica muy jovencita, comienzan con su actividad reproductiva muy joven, una chica de 20 años de edad con una niña prácticamente una bebé y aparentemente decide suicidarse cuando escucha una canción, eso lo dice el esposo, son los relatos de los esposos”.

EH