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Dólar y precios

Ya no hay nadie que lo ponga en duda: este año México vivirá la peor crisis económica que haya tenido en la historia. Al menos desde los años 30, cuando más o menos podemos tener una idea del tamaño de la economía. 

Como sea, el tamaño de la contracción económica que estamos viviendo no lo ha visto casi ningún mexicano vivo hoy. No tiene nada que ver con las caídas sufridas en la crisis financiera de 2009, la del error de diciembre de 1995 o cualquiera de las varias que vivimos en los años 80.  

Y, sin embargo, a pesar de que México nunca se haya registrado antes una caída de 10 por ciento de su PIB, la gente en la calle no la percibe como tal. En efecto, se sabe que la parte económica no va bien, pero en la mayoría de los casos se le atribuye a la pandemia y al cierre de actividades. 

Se siente que la economía no está bien, pero nada más. Los únicos que la están pasando muy mal son los 6 millones de mexicanos que siguen en agosto sin ingresos, ya sea en la economía formal o en la informalidad. 

Pero del resto de las personas, esta “crisis histórica” no parece serles tan diferente a lo vivido en los últimos años. 

La razón es que, a diferencia de muchas de las otras crisis, la del 2020 no ha provocado inflación ni depreciación del peso. 

Esto se traduce en que mientras que las crisis de los 80, cuando la economía se contraía sólo 4 por ciento, la inflación se disparaba a 160 por ciento y el tipo de cambio a 300. Es decir, no solamente teníamos la baja en la actividad económica y la destrucción de empleos con la caída del PIB, sino que una inflación de 160 por ciento golpeaba a todos, igual que la subida del dólar. 

Esa es la razón por la que las crisis pasadas se guardan en la mente de las personas, como crisis mucho más severas. Porque con el disparo en la inflación, provocaba de golpe el empobrecimiento de todos. 

Hoy no ha ocurrido eso. Es por eso que el presidente está más preocupado por las elecciones de 2021, que por el manejo de una crisis que no se ha percibido como “demasiado severa”. 

¿Qué pasará el próximo año, cuando existe el riesgo de que las calificadoras le quiten el grado de inversión a México y esto provoque una salida de capitales? Este movimiento se traduciría en una subida del dólar, otra vez a niveles iguales o superiores a los 25 pesos. 

Twitter: @Israel_Macias

jl/I