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Biden y México

Joseph Robinette Biden Jr. asumió la presidencia de EU. Por esta razón, se prevén cambios en las políticas comerciales, fiscales, energéticas y sanitarias de dicho país. Asimismo, habrá cambios en las relaciones económicas entre EU y México.   

¿Qué factores determinarán dichos cambios? En mi opinión, las relaciones entre ambos países dependerán principalmente del mercado laboral de EU. Este mercado, en 2020, perdió 9.4 millones de empleos y dejó de generar 1.1 millones.   

Biden tiene como objetivo crear “millones de empleos” en la industria manufacturera y “bien pagados”. Asimismo, busca que haya productos que digan “Hecho en Estados Unidos. Hecho completamente en Estados Unidos y completamente por estadounidenses”. 

Estos objetivos sugieren que Biden promoverá la sustitución de importaciones. En este contexto, debe mencionarse que cerca de 90 por ciento de las exportaciones mexicanas son manufacturas. Así, resulta previsible que habrá un menor comercio bilateral. 

El objetivo estadounidense de tener empleos “bien pagados” también podría inducir cambios laborales (y menores niveles de empleo) en México. En este contexto, hay que recordar que los demócratas impulsaron los candados laborales para la firma del TMEC.  

Biden también se ha caracterizado por promover el uso de energías limpias y renovables. Así, ha propuesto electrificar los vehículos, impulsar el uso de las energías solar y eólica y reducir el uso de recursos fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero en Norteamérica. 

Estas propuestas contrastan con las medidas promovidas por AMLO. Más aún, podrían reducir los precios del petróleo y la demanda de hidrocarburos mexicanos. Así, no sería extraño que hubiera necesidad de ajustar las políticas energética y fiscal del país.  

Biden, además, ha propuesto regulaciones económicas y financieras más estrictas. Estas regulaciones podrían evitar cambios institucionales en México. Afortunadamente, podrían inducir la preservación de los organismos autónomos económicos y financieros del país.  

En mi opinión, la llegada de Biden inicia una nueva etapa de las relaciones económicas. Sin embargo, no será tersa de ningún modo. Intuyo que muchos funcionarios mexicanos del gobierno extrañarán a Trump.    

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jl/I