INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

¿Y el proyecto de gobierno?

¿En qué momento un proyecto gubernamental deja de serlo? La duda surge a raíz de los recientes cambios anunciados por el gobernador Enrique Alfaro Ramírez en su gabinete, en áreas que por lo silenciosas que han sido en la actual administración prácticamente sus titulares pasaron desapercibidos. 

Hasta el momento no ha habido una explicación sobre las razones que llevaron a las modificaciones. De hecho, es muy difícil que un gobernante admita que algún colaborador no cumplió con las expectativas de su nombramiento, así que ésta no es la excepción, a lo que se suma que algunos cambios en los gobiernos de Movimiento Ciudadano responden a los tiempos electorales. 

El cambio que más llama la atención es el de Alberto Esquer Gutiérrez, quien dejó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) para hacerse cargo de la Secretaría del Sistema de Asistencia Social. Una lectura política rápida haría pensar en un cambio con fines de promoción electoral, en virtud de que los programas sociales se han convertido a lo largo de los años en una opción para conseguir votantes para los partidos en el gobierno. 

Pero no podemos olvidar que el programa más ambicioso del actual gobierno del estado estaba justamente en Sader. El gobierno de Enrique Alfaro Ramírez gastará 3 mil 634 millones de pesos en el arrendamiento de maquinaria pesada para obras rurales en 121 municipios. Se trata de un programa sin reglas claras y que ha sido manejado de manera discrecional por los ayuntamientos, por lo que en estricto sentido es más sencillo de manipular electoralmente. 

A menos que el programa A Toda Máquina no haya dado los resultados que ha presumido el gobierno del estado. Esto confirma las repuestas que entregaron a El Diario NTR Guadalajara, ante solicitudes de información sobre el destino que han dado a los equipos, los ayuntamientos que recibieron módulos de maquinaria, que en términos generales muestran un uso desigual, subutilización, desinformación y opacidad. 

Alberto Esquer sustituirá en el cargo a José Miguel Santos Zepeda, cuyo paso por el gobierno del estado fue tan gris que no se puede decir nada. De hecho, recibió una dependencia que fue producto de la revoltura del comienzo de la administración, cuando en la nueva estructura de gabinete se habían sectorizado responsabilidades a la Secretaría de Igualdad Sustantiva que finalmente le fueron entregadas a él. 

El gobernador Enrique Alfaro, al desaparecer el Instituto Jalisciense de las Mujeres, aseguró que crearía una secretaría que sólo se haría cargo de la agenda de género. Sin embargo, en la iniciativa que se envió al Congreso incluía a sectores como jóvenes, indígenas y migrantes. Finalmente se hicieron cambios y estas últimas tareas le fueron entregadas a la dependencia que ahora encabezará Esquer. 

Otro cambio importante fue en la Secretaría de Cultura. Nada más para conocer cómo fue la gestión de Giovana Jaspersen, hoy 75 artistas pedirán al gobierno del estado que se aproveche para hacer un cambio en las políticas culturales de su gobierno, empezando con el programa estatal de cultura que, a 26 meses, nadie conoce. Además, reclaman que la decisión de crear un organismo público descentralizado para administrar espacios culturales sólo ha significado la privatización de los mismos. 

Del paso de Iván Argüelles por el Instituto de Pensiones se puede destacar la polémica venta de la Villa Panamericana y la crisis de atención médica de los pensionados, mientras que la llegada de José Luis Tostado no es más que una compensación al dejarlo fuera de la jugada en Zapopan. 

En suma, vale la pena preguntarse cuándo estos personajes dejaron de ser parte del proyecto. 

jl/I