Huir del Covid

El recuento de personas fallecidas en México por la pandemia de Covid-19 se está convirtiendo en una losa cada vez más pesada de cargar para el presidente Andrés Manuel López Obrador. Tan es así que es evidente que el mandatario ha hecho todos los esfuerzos posibles por distanciarse del problema, intentando enfocarse en otro tipo de problemas mucho más controlables, lanzando distractores en los medios de comunicación y tratando siempre de que la discusión pública no se centre en el terrible problema de salud en el que se ha convertido la pandemia. 

El desbordamiento de los servicios médicos y el terrible sufrimiento de cientos de familias que se han visto en medio de este drama han desnudado la estrategia del gobierno. Exhibiéndola como claramente insuficiente. 

Desde el inicio de ésta, el presidente y su gobierno intentaron minimizarla. Tanto en el discurso como en lo presupuestal. En medio de la peor crisis sanitaria y económica, el presidente no permitió que el Covid lo forzara a hacer cambios en su proyecto de gobierno. 

Se apostó por un Modelo Centinela para justificar la elección de que México iría en contra de lo que hacía el mundo: en México no habría pruebas masivas del virus. 

En un momento se argumentó que apostar por una estrategia basada en pruebas masivas hubiera significado la necesidad de usar grandes proporciones del presupuesto público para tal fin. Pero el dinero ya estaba destinado a los proyectos prioritarios del presidente: el tren maya, la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto Felipe Ángeles. 

El presidente no permitió ningún cambio y los agujeros fiscales abiertos por la baja actividad económica se cubrieron con los ahorros de administraciones anteriores. 

El mundo, en medio de la peor crisis sanitaria y económica, y aquí, el gobierno ni siquiera quiso ajustar sus prioridades presupuestales. 

El presidente y sus funcionarios nunca pensaron que la pandemia duraría tanto. Apostaban a que sería un periodo difícil, pero que pasaría pronto. Y, por lo mismo, no diseñaron ningún tipo de programa real de apoyo que protegiera al empleo o a la planta productiva. 

Hoy, a casi un año del inicio de la pandemia, lo único que hace el gobierno del presidente AMLO es a huir del tema, no asumir ninguna responsabilidad y desviar en todo lo que se pueda la discusión de la tragedia. 

López Obrador no dudará en sacrificar a su fiel científico López-Gatell. El Covid-19 ya alcanzó al presidente y es probable que termine alcanzando a su gobierno. 

Twitter: @Israel_Macias

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