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Limpian cuentas sin evidenciar pruebas

Como suele ocurrir Legislatura tras Legislatura, los diputados locales quitan los cargos fiscales que afectan a los miembros de sus partidos políticos, y este año se volvió a repetir dicha acción.

En un día, estrechando términos, y tras regresar de la aplicación del botón de emergencia por la pandemia de Covid-19, en la sesión de pleno de este martes los legisladores decidieron limpiar 125.5 millones de pesos de cargos en las cuentas públicas de cinco municipios.

Sólo los cinco diputados que quedan en Morena rechazaron esta decisión, pero su posición fue minoritaria y no cambiaron el resultado, porque el resto votó en contra del dictamen que les fincaba estos millones de pesos a cada municipio y ganó.

No es la primera vez que pasa esto, suele darse en los diputados locales de todos los colores partidistas, y la decisión se toma también de manera mayoritaria para todos verse beneficiados.

En este caso fueron las cuentas públicas 2016 de Tonalá, Zapopan y El Salto, la de 2015 de Jamay y la de 2014 de Atemajac de Brizuela, y parece que no importan los montos en cargos hechos por la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ); simplemente se quitan todos por acuerdo y consenso de todos.

Este martes se lavaron las cuentas públicas de Tonalá, con 94.3 millones de pesos; El Salto, con 9.8; Atemajac de Brizuela, con 8.6; Jamay, con 4.9, y Zapopan, con 3.8; cantidades exorbitantes para el ciudadano común que ya quisiera tener uno o unos miles de pesos para salir de su apuro.

Lo más censurable de estos actos, aparte de votarlos sin dar explicaciones, es que tampoco hay transparencia. En ninguno de estos casos se expuso en la asamblea legislativa donde se aprobó cada una y ni siquiera se comentó en tribuna.

Y la falta de transparencia no solamente es en tribuna, sino también en los documentos que se exhiben en el portal web del Congreso local. Ahí tampoco se explica cuándo y cuáles fueron los documentos comprobatorios para quitar esos millones de pesos en el expediente público no hay ninguna aclaración y ni la habrá en el futuro porque es el modo de actuar de estos políticos.

También hay que recordar la maña y el truco que hacen los diputados locales para no violar la ley y salirse con la suya, porque como ya no pueden pedirle al órgano fiscalizador que tome en cuenta el expediente y los documentos que entrega el municipio para otra revisión, la cual ya no está permitida, ahora la propia unidad de vigilancia de la comisión del mismo nombre es la que hace esta tarea.

Los diputados locales se justifican señalando que revisaron esa documentación a través del órgano técnico y se comprobó que sí hay documentos que respaldan el gasto o que se reintegró, pero nunca muestran los documentos, jamás los hacen públicos y sólo se queda en su dicho.

La acción de este martes no es la primera que ocurre en la actual Legislatura. El año pasado ya se dio con otros casos, y ahora urgía porque comienzan las campañas y no quieren cuestionamientos.

También porque había diputados que pedirían licencia para buscar brincar a otro cargo, porque llegarían los suplentes y no pueden confiarles semejante tarea. La ley de fiscalización se ha cambiado y ha mejorado con el paso de los años buscando la manera de acotar las manos inquietas de los legisladores para quitar cargos y ponerse de acuerdo, y siempre falla porque quedan lagunas legales que son aprovechadas por los políticos en turno para poder acomodar las cosas a su favor.

Mientras los diputados locales sigan teniendo la última palabra para aprobar o rechazar los dictámenes que salgan de la ASEJ, la tentación de favorecerse se mantiene.

Incluso hoy que Morena votó en contra, el día de mañana cuando gobierne municipios importantes y tenga gastos sin comprobar podría votar a favor. Así pasó con Movimiento Ciudadano.

JB