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Alcaldesas mujeres

Las mujeres en Jalisco harán historia porque por primera vez las dejarán ejercer algunos de los cargos más importantes del estado al designarlas como alcaldesas suplentes. 

El hecho es destacable y un gran logro para la lucha de este género, pero hay que reflexionar sobre cómo se los dieron, y aquí caben varias interpretaciones. 

La más obvia es que quieren congratularse con el sector femenino, tanto político como social, y curiosamente coinciden estos movimientos con la llegada del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, y también antes del proceso electoral del 6 de junio. 

Por cerca de tres meses estas mujeres gobernarán cuando menos en cuatro municipios de la zona metropolitana, lo cual es no sólo significativo, sino trascendente, porque hará historia. 

El partido naranja dejó que sus alcaldes cedieran sus lugares a las mujeres, aun cuando en algunos casos éstas no eran los suplentes de quien encabeza la planilla. 

Hay otros que señalan este hecho como premios de consolación a este sector porque no les permitieron que encabezaran las candidaturas en los mismos municipios mayormente poblados en el estado, y ahora las dejan gobernar, “aunque sea un ratito”. 

Fueron mínimos los partidos políticos, incluso se cuentan con los dedos de una mano, los que dieron la oportunidad a que las mujeres compitieran por alguna candidatura de los cinco municipios más poblados; sin embargo, los que tienen muchas posibilidades de ganar hasta el momento han puesto a hombres a competir por estos cargos. 

Las notas periodísticas donde resaltan que los municipios de Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque serán dirigidos por el sexo femenino se leen y se escuchan muy bien. Lo lamentable es que será por unos meses, mientras el titular de ese espacio va a buscar otro cargo público o incluso ese mismo, porque buscarán la reelección, y aquí es donde ya no suena bien. 

Tampoco es loable cuando analizamos el pasado proceso electoral, cuando hubo alcaldes que cedieron sus encargos a hombres mientras buscaban la reelección, y hay evidencias de que en este proceso electoral se trata de una estrategia, sobre todo cuando el tema de la violencia política en razón de género está más posicionado al igual que la paridad de género. 

Hay que evitar conformarnos con que las mujeres gobiernen por unos meses, porque a lo que se debe aspirar es que ellas puedan competir en igualdad de condiciones y que las dejen en espacios donde puedan ganar y gobernar los tres años. 

Lamentablemente, la historia se contará poco a poco, y en este momento se puede afirmar que sólo gobernarán por tres meses, porque estamos seguros de que en cuanto terminen las elecciones los titulares regresarán al cargo, y ellas volverán a estar detrás del reflector. 

Los partidos políticos que están postulando a mujeres para las candidaturas de los cinco municipios más poblados son de rescatar, pero hay que hacer la acotación y el cuestionamiento de si las hubieran dejado en el caso de tener reales posibilidades de triunfo. Porque aquí es donde se genera la duda, si es que les hubieran permitido contender sabiendo que las encuestas y los números les favorecen para ganar ese espacio. 

Hay algunos partidos que todavía no definen si será mujer u hombre el que encabece el municipio, y se han tardado precisamente porque están haciendo esos cálculos sobre quién debe dirigir al municipio en caso de ganar. 

Las hoy alcaldesas tienen un gran peso político para demostrar que pueden marcar la diferencia, aunque sólo tengan tres meses y que no se quedarán sólo cuidando la silla; de ellas queda en que se note que pueden trascender o que sólo llegaron a escuchar lo que deben hacer. Sólo ellas pueden elegir el tipo de legado que quieren dejar. 

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jl/I