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Mantener cuidados y aplicar vacunas

Proteger a los sectores prioritarios es la consigna. En el país se tiene un registro de 11 millones 961 mil 104 personas vacunadas que corresponde a 9.4 por ciento de la población. El presidente fijó como meta que al 30 de abril deberían estar vacunados todos los adultos mayores y los trabajadores de salud que están en la primera línea frente al Covid-19. Ya hubo polémica y protestas de médicos, enfermeros y trabajadores del sector salud que ejercen su labor en el ámbito privado y que, a decir de los inconformes, están igualmente en primera línea de atención y expuestos a riesgo de contagio. La respuesta tajante ha sido que esperen su turno. 

En tanto se mantiene un ritmo de aplicación de vacunas satisfactorio y acorde a la meta establecida, otro de los sectores que presionan para ser vacunados es el educativo. Dirigentes magisteriales y funcionarios del sector argumentan la necesidad de que los estudiantes vuelvan a las aulas, que sus maestras y maestros deberán recibir la vacuna antes de regresar a clases presenciales. 

Cierto que el encierro y las clases a distancia fueron medidas emergentes ante la situación de pandemia, y que la salud emocional de los más pequeños pasa por la importancia que tiene para ellos la socialización en la escuela, la interacción entre compañeras y compañeros, pero realmente no todos tenemos claro si las mejores condiciones para el regreso sean cuando está a punto de terminar el ciclo escolar o sería mejor preparar las condiciones para el retorno en el próximo ciclo 2021-2022. 

Adecuar las instalaciones escolares y asegurar la dotación y la aplicación de recursos para mantener los cuidados que docentes, administrativos y estudiantes requieren para la nueva normalidad en las aulas. No se puede improvisar, exponer a la población escolar, para luego retroceder, sino preparar las condiciones para un regreso seguro. Las autoridades educativas y sanitarias tuvieron un año para mejorar la infraestructura educativa, asegurarse que hay agua corriente y baños en condiciones adecuadas. Me da la impresión de que no lo han hecho, que los planteles están en el abandono y expuestos al vandalismo, ¿y así quieren apurar un regreso a las escuelas? 

Un buen criterio para el regreso a las aulas es semáforo epidemiológico en cada entidad, pero es imprescindible que se preparen las condiciones específicas en cada escuela. Que autoridades, maestros y padres de familia se coordinen para adecuar las condiciones de un óptimo retorno a clases presenciales. 

Queda pendiente la cobertura y la atención de estudiantes y docentes en las preparatorias y educación técnico-profesional. Aplican los criterios de seguridad lo mismo para los planteles universitarios como en las instituciones públicas como privadas. 

Un importante desafío será integrar a la experiencia educativa los aprendizajes que la situación crítica de la pandemia nos ha dejado. En primer lugar es necesario que estudiantes y profesores cuenten con dispositivos tecnológicamente adecuados para que la interacción educativa sea óptima. No todos están en condiciones de adquirir esos dispositivos y menos cuando las familias requieren más de un buen dispositivo, Internet seguro y espacios para mantener la atención requerida en las clases a distancia. 

Se han producido materiales y elaborado recursos didácticos para aprovechar las nuevas tecnologías como recursos de apoyo para el aprendizaje de los alumnos. La SEP y las instancias de educación en los estados pueden seguir produciendo y mejorando materiales de apoyo para tener sesiones mixtas, unos días en las aulas y otros en casa, al menos en lo que se controla la pandemia. 

*Profesor investigador del ITESO 

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