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175 años de Pickering 

En el Observatorio de Harvard, Edward C. Pickering, quien había sido reclutado como director proviniendo del departamento de física del Instituto de Tecnología de Massachusetts, llevó a cabo los programas más ambiciosos para determinar magnitudes estelares y tipos espectrales, utilizando una clasificación ideada bajo su supervisión por las astrónomas del observatorio

Owen Gingerich, ‘Album of Science. The Physical Sciences in the Twentieth Century’, Charles Scribner’s Sons, New York (1989), pp. 71-72

 

En la nota introductoria al capítulo titulado “Estrellas y materia interestelar” del libro donde extrajimos el epígrafe, el doctor Owen Gingerich describe lo denominado en su momento como la nueva astronomía, refiriéndose a los astrónomos cuyo trabajo estaba orientado por el conocimiento adquirido esencialmente en los laboratorios de física, y un personaje destacado en esa rama fue Edward Charles Pickering, quien nació el 19 de julio de 1846 en Boston en el seno de una familia con profundas raíces en el estado de Massachusetts, según refiere su biógrafo Horace A. Smith, profesor emérito de la Michigan State University, quien precisa acerca de los programas emprendidos bajo la dirección de Pickering en el Observatorio Astronómico del Harvard College (OAHC): “Estos programas ayudaron a la astronomía norteamericana a alcanzar un papel dominante dentro de la disciplina a principios del siglo veinte” (Biographical Encyclopedia of Astronomers, Springer, New York [2014], p. 1709). 

Con apenas 30 años cumplidos toma posesión el 1 de febrero de 1877 como director del OAHC, cargo en el que permanece hasta su muerte el 3 de febrero de 1919; uno de los primeros programas emprendidos bajo su dirección fue la medición del brillo de las estrellas, de ello resultó el catálogo titulado Harvard Photometry publicado en 1884, donde se registran las magnitudes visuales de 4 mil 270 estrellas, los trabajos posteriores llevarían a la publicación de catálogos revisados en los que se incluyen datos de 36 mil 682 estrellas. No podemos imaginar el ingente trabajo que ello implicó, en el cual participó un numeroso contingente de astrónomas y calculistas, entre las cuales podemos mencionar a Henrietta Leavitt, quien descubrió la relación período-luminosidad de las estrellas variables cefeidas, con lo cual se expandía la posibilidad de determinar grandes distancias en el universo, Antonia Maury quien mejoró el sistema de clasificación de líneas espectrales obtenidas de las estrellas y Annie Jump Cannon a quien debemos el sistema de clasificación espectral; sobre estas muy destacadas astrónomas escribió la periodista e historiadora de la ciencia Dava Sobel el libro titulado The Glass Universe: How the Ladies of the Harvard Observatory Took the Measure of the Stars (Viking, New York, 2016).  

Edward Pickering no tuvo descendencia, su hermano menor –sobre el que hemos escrito– William Henry también destacó como astrónomo. 

Twitter: @durrutydealba

jl/I