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Una Fiscalía que no sirve

La inseguridad es, junto con la salud y la economía, el aspecto más urgente a resolver en un Jalisco abatido por demasiados frentes. 

En la regañera del pasado lunes, Enrique Alfaro afirmó: “Contra los que siempre quieren que le vaya mal a Jalisco, lo que les tengo que decir es que ahí vamos y vamos muy bien”. No es la primera ocasión que lo dice. Está obcecado, fiel a su personalidad, en ver moros con tranchetes. 

Confundir a la crítica de los medios o a rivales políticos con enemigos del estado es algo alarmante. Sin embargo, angustia mucho más cuando el verdadero problema de su gobierno lo tiene bajo sus propias narices: su equipo. 

Es evidente que la Fiscalía de Jalisco encabeza los pendientes. El secretario de Salud está aislado. Es de vergüenza ajena que en la regañera más reciente, durante la presentación de las afectaciones de la pandemia en la primera semana del regreso de clases presenciales, estaba programado que hablaran de los resultados todos, menos Fernando Petersen (intervinieron el gobernador, la coordinadora de Desarrollo Social que es economista, el secretario de Educación y hasta el de Innovación, ¡plop!). 

A diferencia de la cartera de salubridad, en la que al final cada uno de nosotros tenemos una participación fundamental en cuidar nuestra propia salud, en materia de inseguridad… el protagonismo se nos escapa. 

Hace tres años el Comité de Participación Social, ahora vilipendiado por el Congreso de Jalisco, decidió a favor de Gerardo Octavio Solís Gómez como fiscal del estado. En su candidatura fue juzgado retomando aspectos de la iniciativa #FiscalíaQueSirva. 

El 7 de noviembre de 2018 se sometió a evaluación el programa de trabajo que Solís Gómez presentó a partir de un diagnóstico de los principales conflictos de la procuración de justicia en nuestra entidad. 

El reportero de NTR Juan Levario retomó ese plan y a tres años de distancia le preguntó vía transparencia a la propia Fiscalía el avance en la implementación de #FiscalíaQueSirva. En resumen: “no se han cumplido los indicadores. Incluso en muchos de los casos no se han ni siquiera implementado las propuestas del fiscal y en otros su Unidad de Transparencia respondió que ni siquiera le quedaba claro a qué se referían los conceptos del documento”, publicó Juan. 

Lo que informa la Fiscalía es que han caído casi todos los indicadores de casos resueltos. 

Una muestra: Jalisco es el estado con más desaparecidos en el país. Este delito tiene desgarrada a la población de manera indescriptible. Uno teme por su integridad, pero todavía más por la de sus hijas o hijos que puedan ser arrancados. Es en verdad un terror. El máximo terror. 

Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en Jalisco se contabilizan 13 mil 772 desaparecidos. Sin embargo, Por Amor A Ellxs estimó que podría haber hasta 132 mil víctimas de este delito. 

El indicador que presentó la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas a Levario es que “fueron concluidas cuatro averiguaciones en 2016 y también en 2017, seis en 2018, 110 en 2019, 50 en 2020 y 11 en 2021”. 185 en cinco años y medio. Apenas 1.3 por ciento del total oficial y 0.1 por ciento respecto a lo calculado por el colectivo. 

Otra área con falencia que Solís Gómez propuso instaurar son las “directrices para la actuación del ministerio público y los agentes investigadores”… sin embargo, no se han creado siquiera. 

Al menos otras 10 de sus propuestas para ser fiscal no se han cumplido o ni siquiera se han implementado. Por no hablar del asesinato de Aristóteles Sandoval. 

Gerardo Octavio Solís Gómez es la mayor piedra en el zapato del gobernador. Y sin embargo, pese a toda la evidencia, sigue ahí. 

Twitter: @cabanillas75

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