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Honestidad versus eficiencia

La conmemoración del inicio de la Independencia de México se recrea de diferentes formas. En redes sociales hay compilaciones de videos, en especial en las escuelas primarias o ayuntamientos, donde el grito no sale como se planeó. Muchas autoridades han cambiado el fraseo del tradicional grito para incluir otros personajes que nada tienen que ver con la gesta histórica. Ahora le tocó a la cónsul de México en Estambul, la periodista Isabel Arvide, al incluir en las vivas al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). 

Esto ha provocado una polémica en las redes sociales y los medios de comunicación. Lo realizado por la periodista devenida en cónsul es sólo una muestra de que la gestión gubernamental en la 4T se antepone la honestidad a la eficiencia y la experiencia. Y este régimen está plagado de ejemplos similares. 

La ausencia de experiencia en el campo diplomático no es obstáculo para nombrar a quien ha mostrado lenidad a la figura presidencial, como Arvide, pero también con la propuesta de enviar como embajador de España a Quirino Ordaz Coppel. De confirmase el nombramiento del gobernador de Sinaloa, sustituirá a la embajadora María Carmen Oñate Muñoz, diplomática de carrera con experiencia en el servicio exterior desde 1979. No importa que Quirino no tenga habilidad comprobada para la diplomacia, basta con su honestidad. 

Recién la cancillería de España tuvo un escándalo con el despido injustificado del ministro para Asuntos Culturales, el connotado escritor Jorge F. Hernández. Aunque se negó, el ensayista fue cesado por haber escrito un texto crítico (https://cutt.ly/6EeSAcZ) contra el director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública, Marx Arriaga, quien afirmó que “Leer por goce es un acto de consumo capitalista”. Para no admitir que ese era el motivo, se inventó que fue por “comportamientos graves y poco dignos”. 

Pero el asunto no quedó ahí: para sustituir al agregado cultural, se designó a la ensayista Brenda Lozano. Esto motivó que AMLO se molestara por tal decisión (y propusiera que Ebrard nombrara a una poeta indígena) y la renuncia de Enrique Márquez como director ejecutivo de la Diplomacia Cultural de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Al momento de escribir esto, Brenda Lozano sigue en el cargo y mejor será que ya ni le muevan. 

Pero no solo en la SRE ocurre que designe a encargados sin experiencia en cargo (con ser honestos basta): en la Secretaría de Bienestar está Javier May Rodríguez, hojalatero y mecánico de profesión, con secundaria como grado máximo de estudios; en Pemex está el ingeniero agrónomo Octavio Romero Oropeza; en la Secretaría de Economía la licenciada en lengua inglesa Tatiana Clouthier; en la Secretaría de Educación Pública, primero está Delfina Gómez Álvarez, profesora de educación básica hasta antes de dedicarse a la política; el encargado del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Antonio Ferrer (sin experiencia previa en el sector salud), licenciado y maestro en Administración de Empresas; una ayudante de AMLO, Pamela López Ruiz (sin previa experiencia laboral), como encargada del programa La Escuela es Nuestra, con un presupuesto de más de 12 mil millones de pesos para este año. La lista es larga. 

Una de dos: o Morena carece de cuadros con experiencia para cubrir cargos importantes en la función pública o AMLO solo designa incondicionales para evitar que “le hagan sombra” y siga siendo el hombre orquesta de su gobierno. En definitiva, con sus raras excepciones, la administración de la 4T está lejos de ser profesional y eficiente, pero tampoco honesta. 

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jl/I