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SOS internacional: las desapariciones en Jalisco

El llamado de emergencia de colectivos de familias de desaparecidos y las organizaciones civiles que los acompañan fue finalmente escuchado fuera de nuestro país. El primer lugar que ocupa Jalisco en desaparición de personas y en cuerpos rescatados de fosas clandestinas es sin duda la razón por la que el Comité Contra Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas decidió que el estado fuera uno de los puntos de encuentro en su visita a México. 

Lo más importante de esta visita es que visibiliza la crisis que vive Jalisco y que el gobierno del estado se ha negado a reconocer. 

Tan solo en el pasado informe que rindió con motivo de los primeros tres años de su gobierno, Enrique Alfaro manejó cifras de desaparecidos diferentes a los registros oficiales, pero, sobre todo, una realidad distinta, al hablar de avances importantes en el tema cuando el principal reclamo de las familias es justamente que la mayoría de las carpetas de investigación se encuentran estancadas. 

En Jalisco hay más de 14 mil desaparecidos. Según datos proporcionados por académicos de la Universidad de Guadalajara, en los tres años del actual gobierno se han sumado a la lista de desapariciones 3 mil 928 personas más, que representan 20 por ciento del total nacional. 

Lo anterior significa que, si bien el problema de las desapariciones se arrastra desde hace varios gobiernos, el peor momento se vive en la actual administración. 

Los avances que se han alcanzado en Jalisco tienen que ver con las reformas y la estructura para la búsqueda, pero la falta de presupuesto o algunas acciones que están previstas para su pleno funcionamiento hacen que todavía no se reflejen en resultados. 

Otro punto importante en la realidad que vive Jalisco es la aparición de fosas clandestinas, la extracción de cuerpos fragmentados de las mismas y la crisis forense que esta situación ha traído. 

Al gobernador Enrique Alfaro le molesta que se hable de crisis forense y más que se equipare a lo sucedido en el gobierno del priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, cuando un tráiler cargado de cadáveres deambuló por la ciudad. En esa ocasión, en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses había alrededor de 800 cuerpos. En el actual gobierno ha habido denuncias del almacenamiento de hasta 6 mil cuerpos y secciones anatómicas sin identificar. 

Para la autoridad, ampliar la capacidad del Servicio Médico Forense para almacenar cuerpos es avanzar. Pero eso no resuelve el problema de fondo. A final de cuentas, tenemos miles de cuerpos en congeladores y, del otro lado, cientos de familias buscando a sus seres queridos. 

Además, aún en aquellos casos en que se arman cuerpos, el proceso para la plena identificación y entrega a las familias puede tardar años, según documentó recientemente en un reportaje el portal Zona Docs. 

Desde el año pasado, la ex titular del Semefo, Martha Robles, había denunciado al titular del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses que el rescate de secciones anatómicas de las fosas clandestinas los había rebasado y comenzaron a almacenar las partes, sin protocolo alguno, en cajas plásticas. 

Los representantes de la ONU también agendaron una reunión con el gobernador. Desde el Ejecutivo se había guardado silencio en torno a este tema, hasta que ayer el gobernador publicó en su cuenta de redes sociales que el encuentro se dio “hace unos días”. Lo que más puede destacarse de su publicación, es su afirmación de que “para hablar de desaparición se tiene que hacer con la verdad en todos los aspectos”. 

Eso es lo que las familias le han pedido. Pero no basta. También tiene que darse un cambio radical en la búsqueda. Es la única salida. 

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