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José Antonio Vital Galicia

Hace más de cuatro décadas que conozco a José Antonio Vital Galicia. La primera vez que nos encontramos debió ser, a fines de los años 70, en la Ciudad de México en alguna reunión de Punto Crítico, revista-organización política en la cual militábamos los dos. Él era dirigente sindical en el Hospital General de México, Sección 14, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, y como tal había participado activamente en la huelga que en 1978 realizaron más de 5 mil trabajadores demandando fueran igualados y homologados los salarios y condiciones de trabajo de todo el personal del sector salud. 

Por ese motivo, Toño o Vital, como lo conocemos entre los compas, fue despedido de su trabajo y además encarcelado. Desde entonces nuestra relación se ha mantenido hasta la fecha, combinando nuestros encuentros tanto en la Ciudad de México como en Guadalajara, donde también, por años, ha impulsado diversas actividades sindicales con trabajadores de la salud. Hoy su estado de salud se ha deteriorado considerablemente y, en carne propia, está experimentando las carencias y deficiencias profundas en que este sistema ha colocado a los servicios hospitalarios públicos en México y que él ha denunciado en innumerables ocasiones. 

En estos días, en las redes sociales, está circulando una carta-denuncia dirigida al presidente López Obrador y a la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, demandando el fortalecimiento de los servicios médicos y de seguridad social, la atención médica urgente a José Antonio Vital y la destitución de funcionarios que utilizan las instituciones como trampolín político. 

En esta carta se describen los problemas que Toño ha tenido para ser atendido debidamente en el ISSSTE. Su caso, desde luego, no es particular, refleja lo que sucede a millones de mexicanos. Muchos de los cuales han fallecido porque este sistema hace imposible el derecho a la salud. En dicha misiva, entre otras cosas, se dice lo siguiente: 

“A más de tres meses de llegar al Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE, con estudios que mostraban la existencia de un tumor que obstruía vías biliares, Antonio Vital no ha recibido la atención necesaria para frenar el avance del cáncer que cada día deteriora más su salud y pone en riesgo su vida. Actualmente, por tercera vez está internado. El día 29 de noviembre, del año en curso, médicos de oncología del hospital informaron que no realizaron la cirugía para la colocación del catéter para iniciar el tratamiento de quimioterapia, porque se detectó complicación en el riñón. Hubo dos intentos para ir a quirófano para la cirugía de colocación del catéter para la aplicación de la quimio, pero los suspendieron… Realmente estamos alarmados porque está claro que el cáncer está avanzando y que la condición de salud de Antonio Vital se deteriora porque ha existido un retraso impresionante en tener un diagnóstico preciso y en una actuación oportuna y resolutiva... El daño en riñón es responsabilidad de esa falta de atención”. 

Es lamentable que se tenga que recurrir a la eventual intervención del presidente de la República y/o de la Cámara de Diputados para facilitar una intervención médica que, en sentido estricto, debería ser una práctica normal que los médicos están obligados a realizar con todos los derechohabientes, en este caso del ISSSTE, y de la población en general. La carta, de manera por demás amable, pide estas intervenciones. En tono de exigencia suscribo esta carta, así como la denuncia pública por la falta de atención médica digna y oportuna que todos nos merecemos y ahora, de manera particular y urgente la necesita José Antonio Vital Galicia, cuya vida está en peligro. 

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jl/I