INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

La tragicomedia mexicana, versión MC

La vida política en México sigue siendo una tragicomedia, nada ha cambiado desde los tiempos en los que José Agustín nos retrató con precisión a través de sus tres entregas que abarcaron, en su conjunto, el intervalo de 1970 a 1994. Seguimos siendo una nación descarnada, surrealista e improvisada –tal como los discursos mañaneros del presidente López Obrador–, quizá por eso caen tan bien y hacen tanto sentido en la vida diaria de las y los mexicanos.

La historia que José Agustín dejó inconclusa en 1994 ha continuado a través de miles de pasajes que no han hecho más que confirmar nuestro apego al gandallismo, la corrupción, el cinismo y la oscuridad. Ningún político puede ocultar que nuestra vida pública continúa lejana de la mayoría de las personas que siguen viviendo al día, sin acceso a un sistema educativo y de salud de calidad, sin posibilidades de cambiar su entorno y atemorizadas por el narcotráfico y las policías locales, estatales y federales.

En ese caldo de fatalidad, nuevos capítulos de nuestra tragicomedia se presentaron en los días más recientes en forma de una adopción infantil como fórmula electoral y la postulación de una figura tan execrable como actor y como candidato a la gubernatura de Quintana Roo. El protagonista: Movimiento Ciudadano, un partido que lucha por convencer al electorado de este país de estar construyendo un proyecto socialdemócrata, bien intencionado, justo y alejado de las “abominables” prácticas de Morena y de la alianza que han conformado PRI, PAN y PRD. Los hechos nos dicen otra cosa.

El primer acto de este nuevo thriller lo protagonizaron el flamante gobernador de Nuevo León, Samuel García, y su esposa, la influencer Mariana Rodríguez Cantú. Después de que la pareja adoptara durante un fin de semana a un menor de edad y lo usaran como producto de venta en redes sociales, la Procuraduría Federal de Protección a las Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema DIF informó que no existe ningún proceso de adopción en curso que involucre al menor con el gobernador y su esposa para sustraerlo del Centro de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes Capullos del DIF Nuevo León. De hecho, la figura de adopción temporal no existe en México.

En este caso particular, la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) concluyó que se violó el derecho a la vida privada, a la identidad y a la protección de los datos personales del bebé, y que este caso no es el único en el que Samuel y Mariana han expuesto menores de Capullos. El desenlace de este aborrecible relato ya lo conocemos. No pasará nada, la pareja favorita de Nuevo León saldrá impune, seguirán vanagloriándose de su popularidad y carisma y nos seguirán hipnotizando con sus encantos digitales.

El segundo pasaje que tuvo como protagonista a este mismo partido y que incluso sirvió para despresurizar las críticas feroces en redes sociales hacía los supuestos padres adoptivos de Nuevo León fue la designación de Roberto Palazuelos como candidato, un actor y empresario que ha hecho gala, durante muchos años, de un sentido de la realidad sustentada en la apariencia, la prepotencia, el tráfico de influencias, la corrupción, la misoginia, el cinismo y una brutal ignorancia política, cultural y social.

Con Palazuelos parece que la actual dirigencia de Movimiento Ciudadano se olvidó de las supuestas motivaciones de este partido para convertirse en una tercera vía y en la opción socialdemócrata del país. Dante Delgado y el sobrino de Felipe Calderón, Juan Ignacio Zavala, tendrán que afrontar las consecuencias de esta designación que, en su afán de cachar votos en una elección que tienen perdida, están poniendo contra la pared a su propio partido.

Hace más de un mes Rodríguez Zapatero convivió con la dirigencia y militancia de MC y habló de democracia, de libertades, de justicia, de derechos, de inclusión y de tolerancia, ahora uno de sus candidatos saldrá a hacer campaña entre “mirreyes”, “nacos”, “viejas”, su admiración por narcotraficantes y sus fiestas privadas con Luis Miguel y los hijos de Ernesto Zedillo. Así, la tragedia y la comedia llegaron para quedarse, también en MC.

[email protected]

jl/I