INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Gobierno de México y Parlamento Europeo

La representación nacional constituye la forma en que un país se relaciona con la comunidad internacional y que reside, fundamentalmente, en el jefe de Estado. Representando a una nación, este establece acuerdos y negociaciones con las diferentes expresiones de Estado que forman parte del ambiente multinacional con el que el gobierno tiene relaciones. 

La Unión Europea, en su carácter de asociación económica y política formada por 27 países de Europa, ha delegado parte de su soberanía en instituciones comunes que puedan llevar al bloque a una toma de decisiones sobre temas de interés común. La estructura de organización se determina a través del Parlamento Europeo (PE), que lleva la esencial función de representación del bloque europeo, a partir de decisiones de mayoría y consensos que cada país define a través de sus eurodiputados. 

Sobre el caso de representación, en días pasados, el PE emitió una recomendación a nuestro país, y particularmente al gobierno en turno, sobre un complejo tema que se ha venido arrastrando desde hace bastante tiempo: la seguridad de los periodistas y los defensores de derechos humanos. El PE señala la precarización de la situación de estos actores, resaltando que el problema se ha agudizado en los últimos cuatro años, observando que “2022 tuvo el comienzo más mortífero del año para los periodistas en México”. 

Los comentarios del PE no tienen carácter vinculante, sino son una recomendación, como la que ha girado a otros países. En la recomendación señala que “la corrupción institucionalizada y generalizada, combinada con un sistema judicial deficiente, está en la raíz de un problema de impunidad endémica, 95 por ciento de los asesinatos de periodistas quedan impunes”. 

La respuesta presidencial mexicana señaló que el PE respondía a estrategias golpistas y neocoloniales, agregando que la votación para la emisión de la recomendación, compuesta por 607 votos a favor, dos en contra y 73 abstenciones, fue producto de una votación en masa; asegurando que los eurodiputados se sumaron “como borregos” a la estrategia “reaccionaria” y “golpista” de quienes están en contra de “su” proyecto de gobierno. 

En la diplomacia inexistente en el esquema de comunicación no queda claramente abordado el problema de fondo: durante la presente administración se contabilizan al menos 47 periodistas y 68 defensores de los derechos humanos asesinados. En su alocución posterior al intercambio epistolar entre el gobierno mexicano y el PE, el presidente señaló elementos que motivaron su análisis: “Bueno, pero, ¿qué significa este hecho lamentable, que pierdan la vida cinco periodistas?”, y agregó, “son muy malas las comparaciones, más cuando se trata de vidas humanas, pero para tener una idea, en este tiempo, en estos dos meses y medio, lamentablemente han perdido la vida cerca de 5 mil mexicanos –han sido asesinados–, y de esos 5 mil, cinco periodistas”. 

La estridencia de los mensajes y las controversias entre las representaciones no abordaron un elemento esencial que es el de la seguridad de periodistas y defensores de derechos humanos, cuya circunstancia sigue colocando a nuestro país como uno de alto riesgo, al margen de los países en guerra. 

La relevancia del tema define dos temas de profunda importancia, la seguridad de periodistas y defensores de derechos humanos cuya situación se muestra frágil, y de riesgo constante sin respuesta clara hasta el momento, salvo las sesiones de los miércoles en la alocución matinal. Por otra parte, en el tema de representación, el gobierno de México habló por todos diciendo que: “Si estuviésemos en la situación que ustedes describen (PE) en su panfleto, nuestro presidente no sería respaldado por 66 por ciento de los ciudadanos”. Ahí, las minorías no caben. 

[email protected]

jl/I