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Realidad de las personas en situación de calle

Cuatro noticias de los últimos días son muy significativas sobre la realidad de las personas en situación de calle. 

La primera tiene que ver con la agresión de Sidarta, un hombre en situación de calle, a un joven llamado Andro. El ataque –registrado en la colonia Roma, en Ciudad de México, y difundido en redes– consistió en lanzarle un pedazo de concreto a la parte trasera de su cabeza. 

A Andro le deseo que logre una pronta y total recuperación para que pueda seguir viviendo con bienestar. 

La segunda y tercera noticias, las cuales pasaron desapercibidas o con indiferencia para las autoridades federales, estatales y municipales, tienen que ver con los asesinatos a balazos y golpes de dos hombres en situación de calle en Ciudad de México y Guadalajara, respectivamente. 

La cuarta corresponde al hecho de que la Secretaría de Salud (Ssa) federal informó sobre la próxima caducidad de más de 14 millones y medio de dosis de la vacuna anticovid de AztraZeneca y que difícilmente podrán ser aplicadas antes de que caduquen. Aparte de las inminentes y millonarias pérdidas económicas de recursos públicos, también lamentable es que las autoridades federales de salud no hayan querido elaborar un protocolo acorde a la realidad de las personas en situación de calle para vacunarlas y así protegerlas en el marco de la ya casi superada pandemia de Covid-19, como era su obligación de acuerdo al artículo cuarto constitucional. 

El que suscribe presentó el 12 de septiembre de 2021 una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que interviniera en la violación de este derecho a la salud y que dictará medidas cautelares ante este acto de discriminación y exclusión a las personas adultas mayores en situación de calle; sin embargo, sólo hubo silencio, por lo que se le recordó la queja, pero a la fecha continúa una complicidad silenciosa, aun cuando la Ssa ha anunciado ya que estamos pasando de pandemia a endemia.  

Ciertamente la realidad de las personas en situación de calle es compleja y ellas no gozan de la cabal simpatía de algunos sectores sociales, pero la noticia es que existen, que son seres humanos y que es obligación gubernamental el implementar programas integrales para prevenir y atender esta situación. 

Concluyo diciendo que de los homicidios señalados nadie reclamará y se olvidarán; de la agresión a Andro, Sidarta ya está detenido… y “se acabó el problema”. 

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jl/I