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Pobreza y empleos

El crecimiento de la pobreza es un problema grave para la economía mexicana. Según el Coneval, los mexicanos en situación en pobreza ascendieron de 51.89 a 55.65 millones entre 2018 y 2020 (un aumento de 7.3 por ciento). Particularmente, el número de jaliscienses ascendió de 2.29 a 2.63 millones (un incremento de 15.2 por ciento). 

La pobreza no ha disminuido en los últimos años pese a la relativa mejora de los indicadores económico-sanitarios del país. Según el Coneval, en el país, durante el cuarto trimestre de 2021, el porcentaje de la población en pobreza por ingresos laborales fue de 40.31 por ciento. En Jalisco, dicho porcentaje fue de 25.75 por ciento.  

¿Por qué no ha disminuido la pobreza? Según un ejercicio estadístico que realicé con datos nacionales y estatales para el periodo 2014-2019, no hay correlaciones significativas entre los indicadores de la pobreza con los indicadores de actividad económica. Este hallazgo implica que el crecimiento económico no es una condición suficiente para reducir la pobreza.   

¿Hay alguna alternativa? Según las estimaciones del mencionado ejercicio, el número de empleos formales está correlacionado con la reducción de la pobreza por ingresos laborales. Particularmente, en valor absoluto, la magnitud de dicho efecto es menor para Jalisco (0.5346) que para la economía nacional (0.6241). 

¿Cuáles son los sectores de la economía que convendría apoyar para reducir la pobreza? Según las estimaciones, el empleo formal está correlacionado con los sectores terciario y secundario. Este hallazgo implica que cuando crecen los servicios y la industria, hay más empleos formales y la pobreza disminuye.  

¿Las relaciones entre el empleo formal y los sectores económicos son las mismas en los niveles nacional y estatal? No. La magnitud de la correlación entre el empleo y los servicios es mayor en Jalisco (0.8159) que a nivel nacional (0.8143). La correlación entre el empleo y la industria es menor en Jalisco (0.5035) que a nivel nacional (0.6363). 

La evidencia es clara: las políticas públicas efectivas para reducir la pobreza son aquellas que promueven los empleos formales en los servicios y en la industria. Asimismo, la evidencia muestra que las políticas orientadas al crecimiento de la producción no necesariamente tendrán efectos sobre la pobreza. 

Una implicación adicional es que la pobreza responde a las particularidades del empleo formal. Entre estas destacan las prestaciones de la seguridad social. En este contexto, la eliminación de las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo y el Seguro Popular, son decisiones gubernamentales que han perpetuado la pobreza. 

Finalmente, sólo resta mencionar que los hallazgos sugieren medidas concretas para mejorar las políticas públicas. México y Jalisco requieren acciones que posibiliten la creación de más empleos formales y de calidad, si realmente se quiere combatir la pobreza. Sin duda, nunca es tarde para hacer ajustes y promover el desarrollo económico nacional y estatal. 

jl/I