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Llega la representación queer al FICG37

(VARIABLES. Seis cineastas internacionales retoman historias que tienen un impacto en la historia. Foto: Especial)

Las identidades sexuales y motivaciones de este tipo de historias que fueron llevadas a películas fueron el tema principal en un evento dentro de la edición 37 Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). 

Se trata de seis cineastas que participan en la terna del Premio Maguey y que fueron parte del evento Diálogos Premio Maguey Lado A, realizados en la Sala 2 del Conjunto Santander de Artes Escénicas (CSAE). 

El director canadiense de cine queer Bruce LaBrauce, quien encabezó el evento, comentó que ante la diversidad en la comunidad LGBTTTIQ+, “es complicado crear personajes, pues la identidad sexual tiene un impacto en la historia, el guion, el casting. Son variables muy interesantes que se consideran”. 

 LaBrauce mencionó que en el pasado era muy común que en los festivales solamente se mostraran historias lésbicas u homosexuales y con muy poca representación las películas sobre personas trans. “Eran festivales muy específicos y muy segregados”, dijo. 

Hoy, la situación ha cambiado, pues los contextos y los personajes son más complejos en el cine de la diversidad, y como ejemplo está el caso de Ruth Caudeli, directora colombiana que presenta Petit mal, una historia de una relación poliamorosa.  

En cuanto al director español Adrián Silvestre, quien en Mi vacío y yo presenta la historia de un “viaje de una mujer trans en los primeros años de transición, y la búsqueda de su propia identidad”. 

 Este realizador reconoció que hay pocos antecedentes de creadores trans que aborden sus historias, pero, en su caso, como hombre cisgénero, trabajó en conjunto con la protagonista de su película para crear el guion. 

La cineasta italiana Silvia Brunelli presenta La Santa Picola, que a decir de ella no la considera de temática LGBTTTIQ+. “Eso sólo es un aspecto de la historia, pues está enfocada en el conflicto del destino y las decisiones libres”. 

El islandés Gudmundur Adnar Gudmundsson es el director de Beautiful beings. Él explicó que aborda cómo unos adolescentes deben de pasar por temas diversos, tratando de encontrarse mientras hallan la solución. 

El australiano Craig Boreham, director de Lonesome, por el contrario, indicó que su película “es muy gay”, pues remite a su juventud, cuando en la provincia donde creció el ser homosexual era considerado ilegal. 

  JL/I