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Pobreza laboral

Recientemente, Coneval publicó los indicadores de pobreza laboral al segundo trimestre de 2022. Los datos muestran que, durante el segundo trimestre del año, el porcentaje de la población del país con ingresos laborales inferiores al costo de la canasta alimentaria ascendió a 38.3 por ciento. 

Los datos también muestran que, en el último año, el porcentaje de la población del país en pobreza laboral disminuyó 1.6 por ciento. Las entidades donde más disminuyó la pobreza fueron Baja California Sur (-8.1 por ciento) y Ciudad de México (-7.6 por ciento). Las entidades donde más creció fueron Hidalgo (4.8) y Morelos (2.6 por ciento). 

Los datos, además, validan que, en el último año, el ingreso laboral real per cápita en el país creció 4.8 por ciento. Las entidades donde más creció el ingreso fueron Baja California Sur (15.4 por ciento) y Quintana Roo (12.4). Las entidades donde menos creció fueron Chiapas (-9.8) y Nuevo León (-3.1 por ciento). 

Los datos también evidencian que Jalisco ha tenido mejores indicadores que los nacionales. Particularmente, en el segundo trimestre, el porcentaje de la población jalisciense en pobreza laboral ascendió a 22.9 por ciento. En el primer trimestre de 2020, por comparación, dicho porcentaje fue de 23.9 por ciento. 

Paradójicamente, los indicadores evidencian que la economía mexicana, a nivel agregado, no se ha recuperado de la crisis de Covid-19. De hecho, durante el primer trimestre de 2020, el porcentaje de la población en pobreza a nivel nacional, 36.6 por ciento, fue mucho menor que durante el segundo de 2022. 

En este contexto, los datos denotan que hubo 49.2 millones de personas en situación de pobreza laboral durante el segundo trimestre de 2022. Estas fueron personas que, si bien recibieron ingresos por el trabajo propio o de alguien más, no pudieron comprarse una canasta básica. 

Los datos, además, sugieren que la desigualdad no ha disminuido. Las entidades con los mayores porcentajes de su población en pobreza laboral fueron Chiapas (66.8 por ciento) y Guerrero (62.5). Las entidades con los menores porcentajes fueron Baja California Sur (15.8) y Baja California (19.5 por ciento). 

Así, los datos sugieren que los impactos del Covid sobre la pobreza laboral a nivel nacional han sido heterogéneos y de larga duración. Más aun, sugieren que los mencionados impactos han inducido una mayor desigualdad en y entre las entidades federativas. 

También ha habido otros factores que han restringido y que amenazan las incipientes mejoras en los indicadores. Entre estos factores destacan los recientes y excesivos incrementos de los precios de los alimentos, la desaceleración económica y las pérdidas del poder adquisitivo de los salarios. 

En mi opinión, los indicadores evidencian la necesidad de mejorar las condiciones económicas y laborales en el país. En este contexto, sería deseable discutir y proponer una nueva reforma laboral. Sin duda, dicha reforma podría ser útil para promover el desarrollo y reducir la pobreza en el país. 

*Economista e investigador de la UdeG

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jl