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Necesitamos una verdadera reforma educativa en el país

“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”

Nelson Mandela

 

Indudablemente, muchos de los problemas y la insatisfacción de las necesidades de las y los mexicanos inician con la educación familiar y luego con la educación escolar. Junto con la salud, la educación es un factor estratégico para el desarrollo integral del país.

Debemos tener presente que la educación cumple, de manera favorable o desfavorable y de forma consciente o inconsciente, diferentes funciones: académica, cultural, económica, psicológica, de socialización, política, sanitaria, vocacional, axiológica, entre otras.

Lamentablemente, desde hace muchos años y hasta la fecha, las personas que han sido designadas para dirigir la Secretaría de Educación Pública (SEP) y sus subsecretarías, direcciones y subdirecciones han sido consideradas por sus coincidencias afectivas y político-electorales con el presidente y con el secretario en turno o por acuerdos con grupos políticos. No se ha considerado el que tengan un proyecto integral e innovador para la educación formal e informal para México.

Hoy, de acuerdo a la realidad nacional y al contexto internacional, la educación en nuestro país debe transformarse radicalmente y privilegiar un sustento multidisciplinario. Debe contar con un diagnóstico y un plan educativo integral que tenga metas a corto, mediano y largo plazo; con una perspectiva de derechos humanos e incluyente; con la participación de madres y padres de familia y tutores, así como con la incorporación, inteligentemente, de las nuevas tecnologías.

También debe contemplar mejoras condiciones salariales, de trabajo y de actualización profesional continua para las profesoras y profesores; incorporar significativamente a más profesionales: psicólogos, médicos, nutriólogos, expertos de la educación física y deporte, entre otros; reorientar con la misma perspectiva la formación de las y los futuros profesores; vincular paulatinamente los procesos educativos al sector productivo, al trabajo comunitario y a la vida cultural; contar con enfoques pedagógico-didácticos modernos y científicos; mejorar y ampliar la infraestructura educativa a las regiones marginales e incrementar los recursos económicos.

Las y los psicólogos mexicanos venimos planteando al titular del Ejecutivo federal y en Jalisco desde los primeros días de su gestión estas consideraciones y muchas propuestas, como la implementación de gabinetes psicoeducativos en cada turno de cada escuela de educación básica para atender a las y los niños, adolescentes, profesores y padres de familia, y la puesta en marcha de un programa nacional y estatal de formación y actualización multimodal para madres y padres de familia y tutores, pero ¡No les interesa!

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jl/I