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470 años sin Osiander

La posible reacción eclesiástica a la cosmología heliocéntrica radical de Copérnico se vio atenuada considerablemente por la introducción anónima añadida en la publicación por Andreas Osiander, un clérigo luterano de Nuremberg contratado por el impresor Preteius para supervisar las etapas finales de la corrección de pruebas

Owen Gingerich en ‘The Eye of Heaven: Ptolemy, Copernicus, Kepler’, The American Institute of Physics, New York (1993), p. 270

 

Para aquellos quienes a la menor provocación despotrican en contra de la iglesia y/o algunos de sus representantes cuando del cultivo del conocimiento científico se trata, bien les valiera leer un poco de historia, pues en el propio nacimiento de la ciencia moderna intervinieron y colaboraron a su modo personas de formación y ejercicio religiosos, incluso sosteniendo credos en conflicto.

Publicado originalmente en 1971 en los Annali dell’Istituto e Museo di Storia della Scienza di Firenze, el artículo The Censorship of Copernicus’s De revolutionibvs del principal copernicólogo del mundo, el doctor Owen Gingerich, llega a nosotros en la imprescindible compilación de las obras seminales del profesor emérito de la Universidad de Harvard realizada por The American Institute of Physics.

A dos luteranos debemos la materialización en letras de molde de la obra magna del canónigo católico Copérnico (1473-1543), ellos fueron el único discípulo del sabio de Torùn, Georg Joachim Iserin, mejor conocido por el sobrenombre de Rético (Rheticus), y quien se hiciera cargo hacia el final de la impresión de la edición del De revolutionibvs, título original al que agregó: orbivm coelestium libri VI y un prólogo conocido en el ámbito académico como apócrifo, Andreas Osiander (1498-1552).

Su biógrafo Dimitris Dialetis, profesor emérito en la Universidad de Atenas, nos refiere sobre los estudios de Osiander realizados en la Universidad de Ingolstadt, una de las más prestigiosas en la disciplina de las Matemáticas y en la que también estudió el padre Eusebio Francisco Kino SJ, que los dejó sin obtener grado alguno, lo cual no obstó para su ordenación sacerdotal y posterior nombramiento como profesor de Teología en la Universidad de Königsberg, uno de los bastiones del luteranismo.

El contacto de Osiander con las ideas copernicanas inició con el libro publicado por Rético, el De libris revolutionum Copernici narratio prima (Danzig, 1540) y explica Dialetis: “Nunca aceptó la posibilidad de que el sistema propuesto pudiera ser algo más que otro intento de ‘salvar los fenómenos’. El 20 de abril de 1541, en cartas a Rético y Copérnico Osiander expresó su opinión” (Biographycal Encyclopedia of Astronomers, Springer 2014, p. 1630).

Nos dice el doctor Gingerich que en el Ad lectorem Osiander tomó una postura instrumentalista al afirmar que las hipótesis de la obra “no necesitan ser verdaderas ni siquiera probables” (Op. Cit.). El teólogo y profesor luterano falleció el 17 de octubre de 1552.

Twitter: @durrutydealba

jl/I