El expresidente de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, advirtió que México enfrenta una crisis hídrica profunda y que la nueva Ley General de Aguas, propuesta por la presidenta, sólo funcionará si va acompañada de inversión real y de una visión de largo plazo.
En entrevista para Informativo NTR, José Luis Luege explicó que la iniciativa busca regular el derecho humano al agua establecido en el artículo Cuarto constitucional, así como modificar diversos aspectos de la Ley de Aguas Nacionales. Sin embargo, uno de los capítulos más polémicos fue el que prohibía la transmisión de derechos de agua, incluso cuando se vendía o heredaba una propiedad con concesión vigente.
Tras semanas de protestas y bloqueos, y luego de una mesa técnica con representantes agrícolas, industriales y comunitarios, la Cámara de Diputados corrigió ese punto. El nuevo dictamen elimina la prohibición absoluta y crea un Fondo Nacional de Reserva de Aguas, desde el cual se permitirá la reasignación de títulos cuando se transmita legalmente un predio con derecho de agua asociado.
Aun con ese avance, el especialista subrayó que el país tiene un problema mucho más grave: la falta de disponibilidad y de infraestructura. Señaló que México tiene eficiencias muy bajas en el riego agrícola, que consume cerca del 70 % del agua del país, y que los organismos municipales de agua potable están quebrados y sin capacidad de invertir.
EL expresidente de Conagua también criticó que la nueva ley hable de garantizar el derecho humano al agua sin prever recursos para hacerlo. Recordó que el presupuesto federal para 2026 ya fue aprobado sin un solo peso adicional para las obligaciones que la reforma implicaría.
En ese sentido, insistió en que la solución pasa por esquemas de inversión público-privada, como las Asociaciones Público-Privadas (APP), que permitirían construir y operar plantas de tratamiento, acueductos, presas y sistemas de drenaje que el gobierno no puede financiar por sí solo.
Advirtió que, sin inversión, modernización del riego agrícola y un plan nacional de largo plazo, México podría enfrentar escenarios críticos e incluso catastróficos, como los vividos en los últimos años con las sequías prolongadas.
El expresidente de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, advirtió que México enfrenta una crisis hídrica profunda y que la nueva Ley General de Aguas, propuesta por la presidenta, sólo funcionará si va acompañada de inversión real y de una visión de largo plazo.
En entrevista para Informativo NTR, José Luis Luege explicó que la iniciativa busca regular el derecho humano al agua establecido en el artículo Cuarto constitucional, así como modificar diversos aspectos de la Ley de Aguas Nacionales. Sin embargo, uno de los capítulos más polémicos fue el que prohibía la transmisión de derechos de agua, incluso cuando se vendía o heredaba una propiedad con concesión vigente.
Tras semanas de protestas y bloqueos, y luego de una mesa técnica con representantes agrícolas, industriales y comunitarios, la Cámara de Diputados corrigió ese punto. El nuevo dictamen elimina la prohibición absoluta y crea un Fondo Nacional de Reserva de Aguas, desde el cual se permitirá la reasignación de títulos cuando se transmita legalmente un predio con derecho de agua asociado.
Aun con ese avance, el especialista subrayó que el país tiene un problema mucho más grave: la falta de disponibilidad y de infraestructura. Señaló que México tiene eficiencias muy bajas en el riego agrícola, que consume cerca del 70 % del agua del país, y que los organismos municipales de agua potable están quebrados y sin capacidad de invertir.
EL expresidente de Conagua también criticó que la nueva ley hable de garantizar el derecho humano al agua sin prever recursos para hacerlo. Recordó que el presupuesto federal para 2026 ya fue aprobado sin un solo peso adicional para las obligaciones que la reforma implicaría.
En ese sentido, insistió en que la solución pasa por esquemas de inversión público-privada, como las Asociaciones Público-Privadas (APP), que permitirían construir y operar plantas de tratamiento, acueductos, presas y sistemas de drenaje que el gobierno no puede financiar por sí solo.
Advirtió que, sin inversión, modernización del riego agrícola y un plan nacional de largo plazo, México podría enfrentar escenarios críticos e incluso catastróficos, como los vividos en los últimos años con las sequías prolongadas.
GR
