La poesía permite crear espacios propios, ritmos y rutinas que contrarrestan un estilo de vida cada vez más saturado. Funciona como un territorio neutro desde el cual es posible imaginar otros mundos. Para Alejandro Miravete, autor de “De los hombres no recuerdo el fulgor sino la noche herida” y ganador del Premio Latinoamericano de Poesía Joven Diana Moreno Toscano en la FIL, este género exige complejidad: requiere ejercitar el pensamiento simbólico y la imaginación, capacidades que en la vida contemporánea no siempre se cultivan.
Miravete recordó que tuvo la fortuna de estudiar Lengua y Literatura Hispánicas en la UNAM. Aunque al inicio no le atraía la poesía, la guía del profesor César Cañedo abrió su interés por ella. A ese descubrimiento se sumó la influencia de autores como Xavier Villaurrutia y César Moro, entre otros, quienes marcaron su formación.
Explicó que su libro nació del deseo de explorar el homoerotismo, un terreno aparentemente conocido pero lleno de silencios, al que muchos prefieren no acercarse. Desde ahí, la escritura lo condujo a indagar en la masculinidad, un proceso complejo que requiere pensarse y nombrarse; callarlo, advirtió, solo profundiza las formas tóxicas que se evidencian en la actualidad.
Para él, la poesía es un espacio que permite pensar: enfrentarse a la hoja en blanco impulsa la reflexión y habilita miradas que no surgirían de otro modo. Aunque reconoce que no es el género más leído, se ha sorprendido al ver el interés de los jóvenes, quienes encuentran en ella un puente de diálogo intergeneracional, aunque todavía se trate de un mercado reducido.
En este libro, Miravete se permitió escribir sobre violencia, sobre ser hijo de una madre soltera, sobre la alimentación y otros temas que podrían parecer ajenos al género poético, pero que demuestran su amplitud. Su obra está disponible en el stand KK9 de la FIL y en línea a través de @digoloqueamo en Instagram y @alejandromiravete en Facebook.
La presentación del premio será el jueves a las 8 pm en el salón 2 de la planta baja de la Expo Guadalajara.









