El diputado federal Erubiel Alonso Ávila denunció que la reforma a la Ley de Aguas Nacionales fue diseñada “a la medida de los grandes empresarios” y aprobada “a espaldas del pueblo”. Según afirmó, la nueva legislación no combate el acaparamiento del recurso hídrico y termina castigando a los pequeños productores, campesinos y ejidatarios, mientras favorece a los grandes concesionarios.
Aseguró que la reforma vuelve el sistema “más monopólico” y representa una traición de Morena hacia quienes menos tienen y dependen del agua para subsistir. Señaló además que las comunidades indígenas fueron vulneradas al no haber un proceso de consulta previa, libre e informada, como establece la ley. “No les interesó escuchar al campo; dejaron solos a los más pobres”, afirmó.
Alonso Ávila criticó también que la legislación incluya requisitos que considera recaudatorios. Explicó que, incluso en casos de herencia, un productor deberá acudir ante Conagua y comprobar estar al corriente con sus pagos para poder transmitir una parcela, aun cuando se trate de tierra familiar. A su juicio, la reforma carece de respaldo presupuestal y fue construida para beneficiar a quienes ya concentran el agua.
El legislador sostuvo que el PAN respalda de manera total las causas del campo y acusó al gobierno actual de abandonar a agricultores y pequeños empresarios. Recordó que, desde 2018, el presupuesto dirigido al sector se ha reducido en un 48%, lo que –dijo– demuestra complacencia hacia los grandes capitales. Para Alonso Ávila, la reforma aprobada “va completamente en contra de los verdaderos productores, campesinos y ejidatarios” y profundiza las desigualdades en el acceso al agua.










