Caabsa Eagle cobra como una empresa de primera, pero otorga un servicio de segunda, consideró Gerardo Bernache, experto en producción, manejo y gestión de residuos sólidos urbanos, con relación a los 2 mil 505 millones 763 mil pesos que ha recibido por parte del ayuntamiento de Guadalajara de 2018 a 2024.

Además de presentar fallas en la recolección de basura en la ciudad, señaló que la empresa ha incumplido con normativas ambientales.

“Lo principal es que el dinero para mantener rellenos sanitarios adecuados, con las protecciones de protección de la contaminación que se requieren fue lo que no se realizó, nos dejaron pasivos ambientales, bombas de tiempo ambientales en Matatlán y Los Laureles. Además de una planta de transferencia en Tlajomulco, como es la Cajilota, convertida en un tiradero a cielo abierto, ese es el problema. Si nos hubieran dado un servicio de primera el gasto hubiera sido razonable”.

El especialista afirmó que ante estas y otras omisiones de Caabsa Eagle, las autoridades han sido permisivas y han cedido ante las presiones de la empresa, cuando lo ideal tendría que ser que los ayuntamientos asumieran su responsabilidad y ya no renovarle el contrato.

“Fue omisa o fue muy pasiva en exigirle a Caabsa que cumpliera con ciertas cláusulas del contrato con relación a un mejor servicio en general, de gestión de los residuos, no solamente la recolección sino de transporte, una buena disposición final, aumentar los porcentajes de separación de residuos para aprovecharlos, ya sea en el composteo o el reciclaje o cualquier otro método”.

Gerardo Bernache afirmó que la separación de residuos en la Zona Metropolitana de Guadalajara es apenas del 8 por ciento, cuando lo ideal sería mínimo del 10 por ciento, tarea que la mayoría de las veces la hacen los propios pepenadores.

JB

Imprimir