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Una nueva era política en México

México está experimentando un momento trascendente en su historia; por primera vez hay una mujer como titular del Poder Ejecutivo federal.

Claudia Sheinbaum Pardo es presidenta constitucional luego de haber rendido protesta ante los integrantes del Poder Legislativo, que está compuesto por 250 legisladoras y 250 legisladores, haciéndolo un Congreso par con el mismo número de mujeres y hombres.

El 2 de junio por la noche, tras proclamarse su triunfo electoral, la hoy presidenta declaró: “Concebimos un México plural, diverso y democrático. Sabemos que el disenso forma parte de la democracia. Y aunque la mayoría del pueblo respaldó nuestro proyecto, nuestro deber es y será siempre velar por cada una y cada uno de los mexicanos sin distingos”.

En la toma de protesta enfatizó: “Gobernaré para todos y para todas. Tengo la certeza de que consolidaremos juntas y juntos un México cada vez más próspero, libre, democrático, soberano y justo”.

Así, su discurso fue plural y tuvo varios mensajes, para distintos destinatarios y para los diferentes sectores tanto económicos, sociales, culturales y políticos. No hubo un llamado claro, directo a trabajar en conjunto con los partidos de oposición.

Su mensaje conectó de inmediato con el partido Morena, y con el ciudadano Andrés Manuel López Obrador al reconocer al ex presidente, recordando un momento crucial en la historia política, de hace 19 años en ese mismo lugar, donde enfrentó un juicio de desafuero.

La presidenta rememoró las palabras que pronunció López Obrador en esa ocasión: “Ustedes me van a juzgar, pero todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia”.

Y acentuó: “Hoy, la historia y el pueblo lo han juzgado”, realzando que el ex presidente es “el dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna de México”. Subrayó que no es necesario poner el nombre del ex presidente en calles o monumentos, ya que su legado quedará “en el corazón de los mexicanos”, porque se “retira como maderista y demócrata”.

Una de las frases de impacto de su discurso, que fue muy aplaudida, delinea su total acercamiento a la gente: “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”.

Enfatizó en su discurso que “después de al menos 503 años, por primera vez, llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación. Y digo llegamos, porque no llego sola, llegamos todas”.

Una de las frases para la oposición: “Llamo a todas y todos a que hagamos una reflexión, que evaluemos con la cabeza fría, qué pasó durante estos seis años, con datos duros, reconocidos nacional e internacionalmente”, argumentando que cambió el modelo de desarrollo del país para bien. Resalta el saludo de la presidenta a la ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Lucía Piña, a la cual no saludó López Obrador.

Rindió protesta como la primera presidenta de México y la banda presidencial fue entregada, por primera vez en la historia, de una mujer a otra, siendo Ifigenia Martínez, de 94 años, titular de la Cámara de Diputados, quien presidió la ceremonia.

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