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Entregan Premio Nadal en España

RECLAMACIÓN. El también periodista recordó que el Nadal “es uno de los grandes premios del mundo”. (Foto: Agencia EFE)

El escritor y periodista argentino Jorge Fernández Díaz ganó la edición 81 del Premio Nadal de novela, dotado con 30 mil euros (633 mil 417 pesos mexicanos), con su obra autobiográfica El secreto de Marcial, que la convocante del galardón, Editorial Destino, publicará el próximo 5 de febrero.

En el acto de proclamación, Fernández Díaz, que se había presentado al galardón bajo el seudónimo de Daniel Ocampo, ganó el Nadal con una novela que tenía el título provisional de Marcial.

Previamente, en la misma velada, se dio a conocer el vencedor de la edición 57 del Premio Josep Pla de prosa en catalán, dotado con 10 mil euros (211 mil pesos mexicanos), que ha recaído en el divulgador científico y educador David Bueno, oculto tras el seudónimo de Carro de Foc, por L’art de ser humans, un ensayo que propone un viaje fascinante a través de las artes, la neurociencia y la educación, que había presentado con el título ficticio Quan l’esser huma desperta.

Tras hacerse público el veredicto del jurado, Fernández Díaz recordó que el Nadal “es uno de los grandes premios del mundo”.

“Soy hijo de dos asturianos que emigraron a Argentina en medio del hambre y el miedo de la posguerra tras la Guerra Civil española y que construyeron una épica emigrante en una comunidad española inmensa, olvidada y hoy en vías de extinción”, confesó el periodista argentino, quien quiere precisamente dedicar la novela ganadora a “esa comunidad olvidada en la que crecí”.

Hace unos años, en 2001, Fernández Díaz escribió la exitosa novela Mamá, que dedicó a su madre Carmina, asturiana que fue enviada a Argentina a los 15 años para huir de la pobreza en la posguerra del franquismo.

El autor se centra ahora en El secreto de Marcial en “la persona más misteriosa”, su padre, Marcial Fernández, quien en Mamá era “un personaje secundario, un capítulo, porque por alguna razón era una persona hermética, que estaba presente de un modo excepcional”.

Para el ganador del decano de los galardones literarios hispanos, “madre hay una sola, pero todo padre es un enigma” y, por esa razón, decidió resolverlo: “Mi padre no tenía las herramientas para comunicarse conmigo, y su única manera, la única educación sentimental que me legó fue ver juntos algunos de los clásicos del viejo Hollywood, unas películas que luego he ido revisitando”.

Desde que murió Marcial Fernández en 2005, su padre se convirtió en una especie de fantasma literario que le desafiaba a intentar escribir sobre él.

“Mi padre me dio por perdido cuando se enteró que quería ser escritor y es toda una vuelta irónica que mi padre regrese a España en forma de novela y en esta noche”, señaló emocionado.

jl/I