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'Santa Chila': robos y pandillerismo

ENCABEZA. Tan sólo de enero a junio se han denunciado 19 robos a vehículos. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

“Desde morro yo viví entre broncas, muchas riñas, enfierrados, balaceados. Eso era todos los días”. Así describía hace algunos años Mr. Yosie Locote a Santa Cecilia, Guadalajara, en la canción La Colonia Santa Chila

Con esa y otras líneas, el rapero, asesinado en abril de 2018, relataba la peligrosidad de este barrio, uno de los más temidos de la zona metropolitana. Y aunque son diversos los delitos que aquejan a esta colonia, poblada por más de 25 mil personas, al menos durante los primeros seis meses de 2019 el ilícito que encabeza la incidencia es el robo a automotores.

Según datos de la Fiscalía Estatal (FE) recogidos en la plataforma Seguridad Map, en dicho periodo se denunciaron 19 casos, a los que le siguen 15 atracos a negocio y 15 más a persona.

Los registros de la plataforma abarcan desde 2013 a junio de 2019, lapso en el que se contabilizan 945 denuncias y en las que se mantiene el hurto a automotores particulares como el principal delito que aqueja a la colonia, pues con 217 casos concentra 22.96 por ciento de la incidencia. 

En estas cifras también alarma que el segundo puesto en las denuncias, con 194, o el 20.53 por ciento del total, corresponde a asuntos de violencia intrafamiliar; en tercero, con 151 casos (15.98 por ciento), se ubican las lesiones dolosas.

De 2013 a junio de este año, 2014 es el que menos delitos denunciados acumuló con 64, mientras  que 2017 fue el más activo con 241. En ese entonces el ilícito más común fue el robo a automóviles con 67 casos. 

En lo que refiere al homicidio doloso, de 2013 a 2019, se cuentan 16 carpetas de investigación abiertas por el Ministerio Público.

La población

Más de 25 mil personas viven en la colonia Santa Cecilia

“Han estado haciendo destrozos en el mercado; de por sí están bajas las ventas y nos andan robando”

Locataria

ENTRE PANDILLAS Y DELITOS

“Tengo 29 años, cabrón, bien vividos. Aquí en la calle, en Santa Chila. Tengo ocho años brincándole al barrio, me pegué el tiro por ellos y me lo sigo pegando hasta la muerte”, cuenta El Goma a través de un video en YouTube, en el canal Jocker TV Company.

Él, como muchos otros de la zona, pertenece, a La Florencia 13 de Santa Cecilia, nombre prestado de otra pandilla hispanoamericana de Los Ángeles, California, formada en 1949.

Su versión tapatía se formó a inicios de la década de 1990. Desde entonces se ha convertido en un dolor de cabeza para los habitantes de la zona, al igual que una de las más intimidatorias. Sus actividades van desde la venta de drogas hasta el robo a mano armada.

Al hacer un recorrido por la zona, en las calles se puede observar casas y portales pintados con la leyenda “F13”, lo que hace referencia a La Florencia 13, en la que algunos de sus miembros llegan a internarse en la pandilla desde los 13 años de edad. 

Pero no sólo generan problemas la F13 y otras pandillas. En la colonia hay una Unidad Deportiva del Municipio, la cual no sólo funciona como un espacio para la recreación y el deporte, sino también como un escondite para el consumo de drogas.

Cerca de ahí se encuentra el Mercado Juan N. Cumplido, donde sus trabajadores lamentan que el robo a negocio sea común.

“Se han estado metiendo y brincando, no me han abierto los candados, pero sí lo han intentado, me han abierto la malla y robado puro producto. Han estado haciendo destrozos en el mercado; de por sí están bajas las ventas y nos andan robando”, relata una locataria que prefiere el anonimato, pues las dos últimas noches previas a la entrevista hecha por NTR intentaron robar su puesto.

Irónicamente, frente al mercado hay un módulo de seguridad pública; sin embargo, los comerciantes dicen que el sitio no hace una gran diferencia contra la delincuencia. Si bien existen elementos durante el día, no realizan actividades de patrullaje.

RIESGO PARA LA SALUD. La colonia tapatía batalla con la generación y gestión de residuos.
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CONTACTO CON LA CIUDADANÍA 

Ante los múltiples delitos que enfrenta la colonia, la comisaría de Guadalajara dio a conocer que en la zona su personal de Prevención del Delito se enfoca en orientar, informar, apoyar y acompañar a los colonos en sus puntos de reunión, como escuelas, negocios, parques y hogares. A la par, la corporación afirma que también busca la coordinación entre vecinos y autoridades. 

“Fortalecer la comunicación y la proximidad con las y los tapatíos es fundamental para lograr un entorno más tranquilo, por eso la corporación mantiene como parte fundamental estas dos premisas para trabajar en equipo y salvaguardar la seguridad personal y patrimonial de los habitantes de la ciudad”, detalla la Policía a NTR. 

En Santa Cecilia también se aplican programas en contra de la violencia intrafamiliar, así como el protocolo Código Rosa, enfocado en proteger a mujeres violentadas. 

En cuanto al patrullaje, la Policía indica que implementa un operativo que se centra en el pandillerismo, en el cual se hacen las detenciones necesarias de quienes infringen los reglamentos municipales. Asimismo, se imparten pláticas preventivas para niños y jóvenes.

Negocio en Contacto, programa que consiste en una alarma silenciosa que da aviso a la institución ante alguna emergencia o delito en comercios que amerite la intervención de los oficiales, también se aplica en Santa Chila.

Desechos, otro problema

A Santa Cecilia no sólo la aquejan los ilícitos, sino también los desechos. Botellas, envolturas, comida e incluso pañales fueron vistos por NTR al transitar por las vialidades, especialmente sobre avenida Joaquín Amaro, donde los olores fétidos impregnan la vía pública.

“Está este puesto aquí y ahí en la esquina dejan toda su basura, diario, llega mucha gente a dejar sus bolsas, eso en todos lados porque la gente no tiene educación y menos higiene (…) La basura sí pasa como debe, pero es la misma gente que no entiende”, lamenta don Carlos, vecino de Santa Chila desde hace más de 25 años.

En el recorrido hecho por este medio también se observó a varias personas salir de sus domicilios o negocios para dejar envoltorios de basura. Ezequiel Cruz

JJ/I