México vive un momento político marcado por tensiones profundas entre la democracia, el autoritarismo y la violencia, coincidieron especialistas durante la mesa “Derecho” del Foro Nexos. Cambio de régimen: Año Cero, realizada en el marco de la FIL Guadalajara 2025. Los analistas advirtieron que los cambios de las últimas décadas han dado paso a un régimen ambiguo, difícil de definir y con señales contradictorias sobre el futuro democrático del país.
El “monstruo de dos cabezas” del poder en México
El escritor y periodista Jesús Silva-Herzog Márquez afirmó que para comprender el régimen político actual es necesario observar dos dimensiones del poder: su acumulación por parte del Estado y la creciente presencia de poderes violentos.
“Tenemos este ogro autoritario y, por el otro lado, este ogro criminal”, dijo. “El ciudadano mexicano es hoy víctima de dos males mayores: el exceso de poder y la ausencia del poder estatal. Ese es el monstruo de dos cabezas del nuevo régimen político”.
Silva-Herzog planteó que México ya no enfrenta solo un deterioro democrático, sino la conclusión de un modelo de democracia liberal. “Estamos ante un escenario en el que resulta difícil imaginar una restauración democrática”, agregó.
Un régimen sin límites claros
Para la especialista en derecho Ana Laura Magaloni, los cambios de los últimos años confirman la existencia de un nuevo régimen político, aunque ello no signifique necesariamente una ausencia total de democracia. Sin embargo, advirtió que la concentración del poder ha abierto espacio a decisiones arbitrarias.
“Tienen mayoría calificada para cambiar cualquier ley o constitución. Desde ahí no se construye ningún límite jurídico, porque disponen de las reglas”, señaló. Esa capacidad, dijo, vuelve impredecible el rumbo del poder y amenaza la estabilidad institucional.
Riesgos en la reforma judicial
El analista Jesús Garza Onofre cuestionó la funcionalidad de las recientes reformas judiciales, al asegurar que carecen de elementos que garanticen una operación sólida del Poder Judicial. Entre los riesgos que identificó, destacó la elección popular de jueces, que podría vulnerar la independencia judicial.
Si la ciudadanía elige directamente a las y los juzgadores, advirtió, el populismo podría permear un ámbito que depende de criterios técnicos, no electorales.
“Si el populismo ya está en varios ámbitos de la vida pública, también va a llegar al derecho. Y eso significa respuestas fáciles a problemas complejos”, sostuvo.
Los participantes concluyeron que el país atraviesa un proceso político profundo, todavía en desarrollo y lleno de incertidumbres. En medio de presiones autoritarias, violencia persistente y debilitamiento institucional, la definición del régimen mexicano sigue abierta y cargada de tensiones que marcarán a las próximas generaciones.
GR
