La senadora Claudia Anaya calificó como una maniobra política la salida de Alejandro Gertz Manero de la Fiscalía General de la República (FGR), al asegurar que ni la Mesa Directiva ni los órganos de gobierno del Senado fueron informados sobre la supuesta carta que habría enviado la Cámara Alta respecto al fiscal.

En entrevista, la legisladora del PRI afirmó que no existió ningún documento oficial del Senado, sino comunicaciones privadas entre la presidenta de la Mesa Directiva y la Cámara de Diputados, lo que evidencia una actuación fuera de los procedimientos institucionales.

Claudia Anaya relató que la sesión del jueves pasado se convocó sin orden del día con el aparente objetivo de mantener a los senadores reunidos mientras se esperaba que Gertz Manero presentara su renuncia. Según la versión de la senadora, si el fiscal no dimitía, la presidenta del Senado planeaba solicitar su destitución formalmente.

Finalmente, llegó al Pleno una carta en la que Gertz no renuncia, sino que pide que se someta a consideración su nombramiento como embajador. Para Claudia Anaya, este movimiento confirma que hubo presión del Ejecutivo para forzar su salida.

La senadora sostuvo que el episodio demuestra que la Fiscalía perdió su autonomía y que la reforma para desvincularla del poder político quedó diluida bajo las mayorías de Morena. Se convirtió en un brazo político, más que en un órgano al servicio de los ciudadanos.

La legisladora también cuestionó el proceso para elegir al nuevo titular de la FGR y aseguró que se trata de un trámite meramente formal, pues ya está decidido que Ernestina Godoy será la próxima fiscal.

A pesar de la convocatoria abierta a diez aspirantes, Claudia Anaya aseguró que Morena usará su mayoría para aprobar el nombramiento de Godoy por fast track esta misma semana.

GR