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Buenas voluntades

En el Congreso local parece que reinicia una segunda etapa de acuerdos y de buenas voluntades.

Con el cambio de las presidencias en Mesa Directiva y Junta de Coordinación Política, donde casualmente las que están al frente son mujeres, están imponiendo nuevas reglas del juego y un nuevo ritmo que se hace evidente en la dinámica legislativa, y que podría llevar a corregir el desorden que ha habido en lo que va de la legislatura.

Desde la toma de decisiones entre líderes parlamentarios y la integración del orden del día en las sesiones de pleno se evidenció la diferencia en la conducción de los destinos de este Poder, y podríamos augurar que podría ser un simbolismo para propiciar una actitud de buenas voluntades ante los tiempos difíciles que están por venir previo a la temporada electoral.

Esperamos que el inicio de las sesiones de pleno de manera puntual sea una constante y no sólo una llamarada de petate para que asiente las bases rumbo a que sea una constante y demostrar que pueden quitarse el mote de impuntuales y propiciar una dinámica más ágil de aquí en adelante.

Los más perjudicados con los retrasos en las sesiones de pleno son los trabajadores de base y de confianza, quienes deben estar disponibles para lo que se pueda ofrecer de sus jefes diputados o por estar a cargo de la operatividad de estas reuniones, porque últimamente cuando se votan temas delicados o de interés del Ejecutivo terminan de madrugada afectando a un colectivo.

Además el cansancio de una jornada tan larga y monótona puede llevar a cometer errores tanto en la dinámica de la sesión como en la redacción de los dictámenes que se aprueban por tantas modificaciones, y quizás sea parte de la justificación de tantas fes de erratas y de cambios en minutas.

Aquí hacemos hincapié en que las buenas voluntades pueden propiciar a evitar las posturas caprichosas para mostrar la fuerza contra el otro o simplemente para hacerlos enojar. Se nota que el acercamiento entre la Universidad de Guadalajara y el gobierno del estado está influyendo en la dinámica legislativa porque los legisladores de Hagamos siguen con sus posturas firmes, pero las formas y las dinámicas para hacerse escuchar han cambiado.

Incluso los otros partidos de oposición que estaban en una alianza permanente muestran señales de defender sus propios temas y posicionarse ante un posible escenario electoral donde tienen que distinguirse.

Los jaloneos por los temas y acuerdos de beneficio propio en este año apenas están tomando forma y mostrando las alianzas, seguramente habrá sorpresas no gratas y que forman parte de los gajes del oficio.

Esta dinámica de primero pensar en su partido y en el beneficio personal esperamos que sea mediada con decisiones que reflejen que también piensan en quién les da el voto para llegar al cargo y prioricen sus necesidades.

El camino es largo ni siquiera estamos a la mitad del año, pero todo apunta en que comenzará un trayecto con muchos jaloneos buscando el protagonismo y los votos.

El Congreso local despertó del letargo vacacional, pero esperamos que trabajen con oficio y con agilidad, aunque aún no han cambiado su dinámica de hacer puentes legislativos.

Ya cuando busquen los votos, los aparadores y los reflectores podrían hacer más eventos legislativos o ruedas de prensa para buscar aparecer.

La última palabra la tienen los diputados locales para saber si hacen como que trabajan o quieren trascender con ellos y de paso mostrar buena voluntad, que nunca está de más y siempre es bienvenida.

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jl/I