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¡Shakira en GDL: la loba volvió a casa!

ENERGÍA. Una noche para cantar, llorar y volver a creer. La cantante interpretó con una mezcla perfecta de nostalgia y renovación. (Foto: Cortesía Luis Gómez Sandi)

Ni la fuerte lluvia ni el tráfico pudieron detener a la “manada” que esperaba con ansias el regreso de Shakira a Guadalajara. La colombiana volvió al Estadio Akron este 6 y 7 de septiembre como parte de su gira Las mujeres ya no lloran world our, y lo hizo con un show vibrante, emotivo y con muchas sorpresas que dejaron claro por qué sigue siendo una de las artistas más queridas en México.

Aunque ya había visitado la ciudad en marzo, rompiendo récords con más de 45 mil asistentes —siendo la primera mujer en lograrlo en ese recinto—, la intérprete de Hips don’t lie regresó con más fuerza que nunca. “No saben lo lindo que es volver a verlos. Este es nuestro tercer concierto aquí, gracias por estar a pesar de todo lo que implica venir. Quiero darles el mejor show que soy capaz de dar”, dijo la cantante emocionada al público que respondió con sus gritos eternos.

A las 21:16 en punto, con el Estadio Akron vibrando de emoción y luces apagadas, Shakira apareció entre el público, acompañada de su ya conocido grupo de bailarines con trajes plateados. El espectáculo arrancó con La fuerte, Girl like me, Las de la intuición y Estoy aquí, temas que marcaron el inicio de una noche intensa.

NOSTALGIA Y EMPODERAMIENTO 

Uno de los momentos más especiales fue cuando la cantante rindió homenaje a su padre, William Mebarak, quien cumplió 94 años este mismo sabado. Con un nudo en la garganta, Shakira interpretó Sombras de Javier Solís acompañada por el Mariachi Gama Mil: “Sé que estaría muy orgulloso de oírme cantarla, especialmente hoy que es su cumpleaños. Mi papito es un guerrero”, dijo conmovida y arropada por los aplausos de los 40 mil tapatíos que la acompañaban.

El concierto avanzó entre clásicos como Inevitable, Empire, Te felicito, TQG, La tortura, La bicicleta y Copa vacía, con un despliegue visual impresionante: pulseras luminosas que bailaban con cada canción, gráficos envolventes en las pantallas y un recorrido de luces que transformaron el estadio en un universo sin fin.

Los momentos de introspección no faltaron. Llegó el momento de Acróstico que sonaba mientras en las pantallas se proyectaba un video emotivo de Shakira con sus hijos, personificados como lobos, en clara referencia a su separación con el futbolista Gerard Piqué. Las lágrimas entre el público no se hicieron esperar.

Pero inmediatamente después la fiesta siguió: Suerte, Loca, Monotonía, Soltera, Si te vas y Ojos así hicieron temblar el piso. Y cuando todos pensaban que el final se acercaba, la loba volvió con fuerza: Session 53 con Bizzarap retumbó como un verdadero himno de liberación anunciando el final que incluyó impresionantes fuegos artificiales que iluminaron por completo el Akron.

REENCUENTRO CON SU ESENCIA 

La cantante también se dio tiempo para reconectar con sus raíces. En un momento íntimo del show, se sentó con su guitarra para interpretar Antología, Pies descalzos y Día de enero, recordando aquellos primeros pasos de su carrera cuando su voz y su poesía comenzaban a conquistar corazones.

A diferencia de los conciertos de marzo, esta tercera noche en Guadalajara trajo ligeros cambios en el setlist y el toque mexicano con mariachi y norteño fue un regalo adicional que sólo los tapatíos pudieron disfrutar.

Con más de 23 años de carrera, Shakira sigue demostrando que sabe reinventarse sin perder la esencia que la hizo única. Entregada, poderosa y emocional, la cantante ofreció un espectáculo inolvidable que no solo fue una fiesta musical, sino también un homenaje a la resiliencia, al amor por la familia y al poder de las mujeres.

“¡Esto es México, los quiero mucho!”, gritó al despedirse. Pero lo cierto es que fue Guadalajara quien volvió a enamorarse de su loba favorita.

Y sí, este domingo hubo una cuarta noche… porque cuando Shakira aúlla, nadie se quiere quedar afuera.

A LA ESPERA. Una despedida con sabor a “hasta pronto”. Shakira prometió regresar... y Guadalajara ya la espera otra vez. (Foto: Cortesía Luis Gómez Sandi)

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