El exembajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, dijo que la prensa internacional dedicó un análisis homogéneo a las manifestaciones de la Generación Z, centradas en la demanda de mayor seguridad y en el choque entre la popularidad de Claudia Sheinbaum y la creciente preocupación por la inseguridad.
Sarukhán afirmó que las declaraciones del hijo de Donald Trump, Barron Trump, sobre las protestas son relevantes, pero lo que realmente preocupa es la respuesta del presidente; recordó que el senador Marco Rubio ha intentado persuadir a Donald Trump de no desplegar fuerzas unilateralmente en México, a pesar de los otros miembros de su gabinete en la Casa Blanca que lo empujan a hacerlo.
Sarukhán advirtió que si México no cambia la narrativa y actúa con políticas claras de seguridad y cooperación regional, la percepción seguirá marcando la pauta.
Señaló que la versión sobre la destrucción de lanchas de Venezuela en el Caribe por transportar fentanilo es cada vez menos sostenible, pues esa ruta no se usa para ese tráfico. Bajo esa lógica, dicen que habría que presionar a México para frenar opioides, pero Rubio hace contención porque entiende el papel estratégico del país para EU.
Para Sarukhán, la insatisfacción de Trump con la reacción de México frente al crimen y su alusión al uso de la fuerza reflejan una percepción en sectores de centroderecha de EU sobre la incapacidad para frenar la violencia. Esa imagen se acentuó con el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
Sobre Venezuela, Arturo Sarukhán advirtió que el portaaviones estadounidense ya opera en el Caribe y que mantener ese despliegue, con un costo diario de 15 millones de dólares, genera presión para Estados Unidos para actuar. Aun así, consideró poco probable una invasión, pues con 15 mil efectivos militares no bastan para ocupar un país.
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