El vicecoordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, Federico Döring, criticó al gobierno federal por desestimar las recientes movilizaciones de transportistas y agricultores, y aseguró que el descontento social es resultado de la falta de atención a problemas urgentes.
En entrevista para Informativo NTR, el legislador señaló que la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum gobierna desde la narrativa, pero no resuelve los problemas de fondo. Federico Döring afirmó que la inseguridad en carreteras, las extorsiones y el abandono del campo alcanzaron niveles insostenibles, al punto de provocar los bloqueos y paros de esta semana.
Recordó el caso de un productor jalisciense que vende el kilo de maíz a cuatro pesos mientras la tortilla se comercializa hasta en treinta, situación que refleja la falta de apoyo al sector y las consecuencias de decisiones como la desaparición de Financiera Rural y la prohibición de maíz transgénico, que reduce la competitividad de los agricultores mexicanos.
sobre las declaraciones de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, quien aseguró que detrás de las protestas está la oposición, el diputado calificó esas afirmaciones como “un resbalón”. Señaló que Morena no puede pontificar sobre la protesta social cuando su origen político se construyó tomando carreteras, pozos petroleros y edificios públicos. Recordó episodios de los años noventa y señaló a dirigentes actuales del oficialismo como actores históricos de movilizaciones similares.
El panista también consideró que, para el gobierno federal, “está lloviendo sobre mojado”, al enumerar la marcha del 15 de noviembre, la violencia posterior en el Zócalo atribuida a un “bloque negro ligado a Martí Batres” y las movilizaciones del 25 de noviembre. Advirtió que incluso grupos como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación han amenazado con protestas durante el Mundial 2026, lo que podría dañar gravemente la imagen del país y su industria turística.
Sobre la nueva Ley Nacional de Aguas impulsada por la presidenta Sheinbaum, Döring reconoció que el combate al huachicoleo de agua es un aspecto positivo, pero alertó que la iniciativa pone en riesgo la esencia del núcleo ejidal y la propiedad agraria. Explicó que la prohibición de heredar o transmitir concesiones haría que parcelas y ranchos pierdan valor, y acusó al gobierno de buscar centralizar el control político sobre esos permisos.
Federico Döring planteó que la reforma solo podría transitar si diferencia claramente entre los derechos sociales y privados sobre el agua, propios de ejidos, comuneros y pequeños propietarios, y las concesiones industriales con fines de lucro. Subrayó que el PAN está dispuesto a regular el uso empresarial del recurso, pero advirtió que no permitirán que se vulneren los derechos agrarios ni la propiedad privada de los productores.
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