“Yo me alegro mucho cada vez que incomodo a las personas correctas”, aseguró Fernanda Trías, quien este miércoles recibió por segunda ocasión en su carrera el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, ahora por su libro ‘El monte de las furias’. En 2021 también recibió este reconocimiento por ‘Mugre rosa’.
Se refería no solo a ella, sino a la incomodidad que provoca la literatura de las mujeres. “Cuando las escritoras reclamamos y nos apropiamos de esos lugares asignados, pero dándoles otra vuelta de tuerca, generamos incomprensión y hasta molestia en aquellos que nos leen arrebujados en la comodidad de sus amplios espacios o columnas de poder”.
Pero la historia que la hizo ganadora no es de feminismo, precisó Julián Herbert, quien destacó que la literatura de Fernanda Trías, “y una de las primeras cosas que me conquistaron, es su renuencia a poner el tema en primer plano”.
Precisó que sí aborda los temas que se mueven en la actualidad, como las ecoescrituras, la violencia o las desapariciones, pero no abusa de ellos como muchos de los escritores contemporáneos. Lo hace, indicó, poniéndolos en una especie de “background”, para dedicarse a profundizar en algo más, “con una tremenda originalidad”.
Fernanda Trías fue directa. ‘El monte de las furias’ “es una novela sobre una mujer y una montaña, ambas sin nombre, ambas ordinarias, digámoslo así. Las dos escriben, la mujer en un cuaderno, la montaña en su propio cuerpo hecho de capas geológicas”.
El segundo premio otorgado a la escritora uruguaya no es motivado porque sea el tiempo de las mujeres, aclaró la directora de la Feria Internacional del Libro, Marisol Schulz, ya que ese tiempo “siempre ha estado aquí”.
Fernanda Trías señaló que después de 2021 “volví a mi casa a seguir escribiendo, pero ahora con esa responsabilidad, que era un regalo hermoso de ustedes, pero que también podía convertirse en un regalo difícil”. Luego, citó a Samuel Becket, quien “decía que solamente nos queda fracasar mejor y supongo que ganar este premio por segunda vez es mi manera de hacerlo. Como escritora siempre he intentado no solamente fracasar mejor, sino fracasar de distintas maneras”.
Por eso, se comprometió a “no sentirme nunca demasiado cómoda en la escritura. Desacomodarme primero, para incomodar después”.
El premio, agregó, “reafirma en que voy por el buen camino, que es el de abrir mi propio camino a golpe de machete, pero un machete cuyo filo es la palabra. Para mí, como para Sor Juana, patrona de este premio, escribir siempre fue escribir en contra del destino, de la letra, que ha sido un destino prohibido para nosotras, incluso para para mí, que nací en el siglo 20”.
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